El alumbrado de Navidad es ya un reclamo electoral

De un tiempo a esta parte el encendido del alumbrado de Navidad se ha convertido en todo un acontecimiento popular. Sevilla y Málaga son dos ejemplos claros de esta práctica. Y la política y sus ramas no es ajena a esta afición a las lamparillas, neones y luminosos.

Este año el encendido de las luces en Huelva y Andalucía llegará en plena campaña electoral de los comicios regionales. Así que el ambiente navideño promete.

Ya verán, ya, como los ayuntamientos de las grandes urbes y aglomeraciones electorales importantes tiran la casa por la ventana y nos sorprenden con un esplendor navideño que nos haga olvidar las penurias nuestras de cada día, los bajos salarios, los contratos basura, los IBI, las multas de la ORA, las listas de espera…. en fín, el mosqueo diario.

La demoscopia electoral lo tiene claro. Votaremos el 2 de diciembre, rodeados de luces, tunas y villancicos. Y eso irradia optimismo.

Además, es el último alumbrado previo a las elecciones municipales del próximo mes de mayo y hay que rellenar el cerebelo de los votantes con buenos recuerdos.

Otra cosa es el mundo rural de Huelva. Allí, los ayuntamientos no harán ni dispendio ni filigranas. Hay pocos habitantes y mucho menos dinero y menos ansiedad por el voto. La América de Trump, que dirían los entendidos, pero al revés.