martes. 23.04.2024
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Un estudio descarta vertidos a la ría desde los fosfoyesos pero otro advierte que se producen filtraciones

La Unidad Asociada al CSIC de la Universidad de Huelva Contaminación Atmosférica descarta que haya habido vertidos desde las balsas de fosfoyesos a la marisma y asegura que los taludes y canales han resistido hasta ahora al temporal. No ve tampoco roturas ni desbordamientos.
Un estudio descarta vertidos a la ría desde los fosfoyesos pero otro advierte que se producen filtraciones

Hay preocupación y cautela (científica, política y ciudadana) sobre las consecuencias que están teniendo los temporales: Emma, Félix y Gisele (y los venideros) en la estabilidad y seguridad de las balsas de fosfoyesos que acogen decenas de millones de toneladas de residuos tóxicos y peligrosos y que se asientan en 1.200 hectáreas de las marismas del Tinto, a las puertas de Huelva. ¿Ha habido desbordamiento de las balsas de fosfoyesos y vertidos directos al mar desde ellas?: no. ¿Ha habido rotura debido a las inclemencias meteorológicas y las embestidas de las olas?: no. Hay filtraciones a la marisma y al medio procedentes de las balsas: sí. La primera y la segunda impresión tranquiliza, de momento, aunque no ha habido rotura como ocurrió hace 20 años.

Ayer se conoció un estudio preliminar que la Unidad Asociada al CSIC de la Universidad de Huelva Contaminación Atmosférica ha realizado sobre el estado de las balsas de fosfoyesos y zonas de borde después de los temporales. El estudio, facilitado por la Consejería de Medio Ambiente a los medios, subraya entre sus conclusiones que se ha observado “el buen estado de taludes, canales perimetrales y balsas de seguridad en los depósitos de fosfoyesos próximos a la ciudad". El trabajo señala tras una visita a la balsas realizada el pasado martes que el sistema de bombeo interno y recirculación funciona "de forma eficiente", permitiendo "una buena gestión" de las aguas pluviales.

Las conclusiones contradicen a Greenpeace y la Mesa de la Ría que alertaron del vertido a la ría de Huelva desde las balsas de fosfoyesos tras el temporal de Emma y han documentado los "graves fallos en la seguridad y el control" de las balsas. Tanto Greenpeace como Mesa de la Ría dicen, según publicó E. Press, haber tomado imágenes, el pasado 10 de marzo, que documentan cómo tras el paso del temporal Enma se producen vertidos tóxicos sólidos y líquidos al río Tinto desde las balsas de fosfoyesos situadas a escasos 500 metros de algunos barrios de la ciudad. Esto muestra, según aseguran, graves fallos en la seguridad y el control de las balsas de las que se encarga la empresa responsable de los vertidos, Fertiberia.

Así, acusan a Fertiberia de volver a "incumplir" sus obligaciones y sigue permitiendo que sus residuos afecten al medio ambiente, con graves consecuencias para la salud de la ciudadanía y a los ecosistemas de la zona. "De nuevo la realidad nos sitúa ante lo que podría ser una catástrofe anunciada. Un gran vertido tóxico a la ría de Huelva podría producirse en cualquier momento. ¿Hasta cuándo y quién más debe dictaminar que nos encontramos ante el mayor caso de contaminación industrial de Europa para tomar medidas?", declaró el responsable de la campaña de Greenpeace, Julio Barea.

Sin embargo, el estudio conocido hoy confirma "el buen estado de taludes, canales perimetrales y balsas de seguridad en los depósitos de fosfoyesos próximos a la ciudad". Los científicos que firman el documento señalan en el estudio que existen depósitos antiguos de fosfoyesos en el borde de la marisma, “que presentan huellas de desecación y han podido retrabajarse con la lluvia de estas últimas semanas” aunque explican que estos fosfoyesos de la zona de borde son los mismos que se observaron al menos en agosto de 2014, aunque en la visita realizada "no se han observado salidas de borde de la magnitud a las descritas hace cuatro años".

El trabajo de inspección señala que las balsas no se encuentran totalmente llenas, a pesar de la importante pluviometría ocurrida últimamente, así como tampoco se encuentra al máximo el nivel de lixiviados. Y añaden que en el contacto con la marisma se observan restos de fosfoyesos, pero las huellas de desecación presentes indican que "son depósitos antiguos y no provocados por los temporales de estas dos últimas semanas".

Los investigadores aseguran que la restauración de esta zona no se ha hecho por la imposibilidad de acceder de tractores tipo oruga a esta parte de la marisma. Y consideran que es recomendable que se hiciera lo posible para su eliminación, incluso de forma manual en el plan de restauración futuro.

Al mismo tiempo que se conocía el estudio encargado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, desde la Facultad de Ciencias Experimentales, departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Huelva se hacían públicos, a través de su perfil académico en Twitter, varias mediciones realizadas en las balsas de fosfoyesos donde se advierten filtraciones de contaminantes a las marismas del Tinto adyacentes.

En el primer twit se explica que “en periodo sin lluvias, el agua de la balsa de fosfoyesos (línea negra) oscila con las variaciones mareales (línea verde), lo que demuestra la conexión de la balsa con el estuario de Huelva. Y en un segundo se apunta que “la recarga de agua en la balsa de fosfoyesos (línea negra) es inmediata ante las lluvias (columnas naranjas). Luego, ese agua se descarga rápidamente. Es decir, tras las lluvias aumentan las filtraciones y salidas de borde, como denuncia @greenpeace_esp @mesadelaria. De momento, Medio Ambiente, tras conocer el informe de la Unidad Ambiental asociada al CSIC no ha activado ningún protocolo de actuación en los fosfoyesos.