La necesidad de la Autovía 83 de Huelva

Siempre he vivido en sitios periféricos, por ello soy consciente de lo difícil que resulta hacer llegar a esos lugares, las infraestructuras que las conectan con el resto del Estado. En Ferrol fue necesario que una plataforma petrolífera impactara contra el puente principal de acceso a la ciudad, para que llegara la Autopista hasta el noroeste peninsular. En Motril, sufrí especialmente en verano, los atascos monumentales, hasta completar la Autovía del Mediterráneo a su paso por la costa granadina.

Pero, ocupándonos del caso de Huelva, pues no se trata de enfocar mis vivencias en este artículo, es todavía más preocupante. Es conocida la inacción de las diferentes administraciones, a la hora de mejorar la conexión de ferrocarril con Sevilla o Extremadura, o la variante SE-40 que desdoblaría Sevilla y acercaría por carretera Huelva con Cádiz, hoy a más de dos horas y con un peaje de por medio. De todas formas quiero centrarme en, a mi juicio, una de las infraestructuras más necesarias, pero poco reclamada, por parte de las autoridades gobernantes de nuestra provincia, a saber : la conocida como Autovía de Huelva o A -83.

Fue por el año 2009, cuando el ministro de Fomento José Blanco, se reunió con el Presidente de Extremadura Fernández Vara, cuando el hombre fuerte de Zapatero, le anunció el proyecto de Autovía que uniría Zafra con Huelva. Al mismo tiempo la Junta de Andalucía anunciaba la ejecución de la Autovía Autonómica de la Cuenca Minera, entrando en contradicción, en parte de su trazado, con la anterior propuesta y dejada en el olvido, sugerida por su menor impacto ambiental. A día de hoy, casi diez años después, solo hay previsto la apertura de un tramo de unos dieciséis kilómetros que uniría San Juan del Puerto con Beas, la conocida como desdoblamiento de la N – 435. El resto de tramos hasta Zafra están en estudio informativo. O lo que en román paladino se conoce como paralizados.

Me sorprende especialmente, el silencio de nuestras autoridades locales y provinciales, a la hora de reivindicar tan necesaria infraestructura que conectaría las poblaciones de la Sierra con la Capital por un lado, y Extremadura con la costa Onubense. Lo cual supondría una hora menos de trayecto hasta el mar, o en los desplazamientos por carretera a Madrid. Asimismo generaría un beneficio económico notable, tanto para el potencial turístico de la costa, como para el comercio local, con su conexión con los municipios de nuestra sierra, más cerca hoy de Sevilla. Es preocupante que las demandas y exigencias vengan más desde colectivos de ciudadanos extremeños, o de sus poderes afincados en la ciudad fundada por los Romanos, a las orillas del Guadiana, como sucede también en el caso del ferrocarril. Dejemos de ser “satélites” de San Telmo. Mientras tanto, ¿les suena aquello de “ siempre tenemos que pasar por Sevilla”?.