jueves. 28.03.2024
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Ejemplos de arquitectura regionalista en Zufre: la labor de José Granados de la Vega

Entre 1875 y 1890 se acometen en Zufre innumerables actuaciones en el urbanismo tradicional de la villa que desde mediados del siglo XVIII creó una sintonía unitaria en sus calles y plazas
Ejemplos de arquitectura regionalista en Zufre: la labor de José Granados de la Vega

La trama urbanística de los pueblos de la Sierra ha sufrido alteraciones a través del tiempo. A la arquitectura tradicional serrana, perfectamente estudiada por investigadores como Eduardo del Valle, se han sumado otros ejemplos de construcciones que han configurado el trazado definitivo de cada localidad. En una de ellas, Zufre, el historiador Santiago González Flores ha investigado en archivos para conocer esta evolución, de la cual ha publicado algunos detalles relevantes. Muchos de ellos confirman los valores ya conocidos en la arquitectura vernácula de la zona, aportando rasgos e iniciativas que conectan el urbanismo zufreño, como otros en la comarca, con la arquitectura regionalista andaluza de finales del siglo XIX y principios del XX.

Entre 1875 y 1890 se acometen en Zufre innumerables actuaciones en el urbanismo tradicional de la villa que desde mediados del siglo XVIII creó una sintonía unitaria en sus calles y plazas. De esta forma, la estética y usos urbanísticos hacían que las viviendas por lo general no excedieran de un primer piso y en contadas ocasiones de una altura de cinco metros.

La nueva clase social predominante, compuesta por la burguesía agraria, se adapta a los nuevos usos y costumbres imperantes en Sevilla y se construyen las primeras casas eminentemente burguesas, que no por ello perdieron el cariz agrario-ganadero en sus anexos de grandes corrales y cuadras.

Uno de los profesionales más destacados en este período es Domingo Alfonso de Amorín, constructor luso que entre 1880 a 1897 construye al menos once grandes viviendas en Zufre, introduciendo la llamada bóveda vaída portuguesa, la distribución de las viviendas en dos ejes simétricos verticales y la asimilación de las chimeneas portuguesas. Además, adapta a la Sierra el espacio formal de las fachadas en forma teatralizada, con un gran telón de balcones y cornisa que mostraba al viajero la relevancia social del propietario.

Sin duda, una de las figuras más relevantes en este devenir constructivo en Zufre será la del arquitecto José Granados de la Vega, nacido en 1898, quien con 33 años llevará a cabo por petición municipal uno de los planes más ambiciosos de adaptación urbanística de la comarca serrana, sin perder con ello el acervo histórico cultural de la localidad.

En la sesión plenaria del 13 de julio de 1931, siendo alcalde José Navarro Hato, se expone el plan de obras a realizar en la villa por un periodo de cinco años. La Guerra Civil impidió que se concluyera en su totalidad, frustrando iniciativas que se pretendían levantar, como dos edificios escolares anexos al cercado de Aquilino, un matadero público con entrada de camiones, un nuevo edificio municipal para dedicarlo a servicios municipales, una plaza de abastos y paseo público así como un nuevo lavadero público. Granados también ejecutará el proyecto parcial de alcantarillado para el saneamiento del lavadero de San Sebastián y que en diferentes acometidas se prolongó a las calles El Pozo, Quebrada y Larga. Otra de sus actuaciones más desconocidas se desarrolló en las mejoras de adaptación de casas.

Esta investigación pone de manifiesto la importancia de la burguesía serrana en la confección de la trama urbanística de los pueblos de la comarca, e incorpora a Zufre en el listado de localidades con ejemplos de arquitectura regionalista en el que ya están documentados edificios de Aracena, Higuera de la Sierra o Jabugo.