viernes. 19.04.2024
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Opinión

Moción de censura

El Título V de nuestra Constitución, “de las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales”, en su Art. 113, puntos del 1 al 4, regula la Moción de Censura al Gobierno. En nuestra joven democracia solo en dos ocasiones se utilizó este recurso legislativo, una en 1980, promovida por el PSOE contra Adolfo Suárez, que abrió la puerta de la Moncloa a Felipe González, y otra, en 1987, a instancias de AP y con Hernández Mancha de defensor de la iniciativa, que le sirvió para acabar con su carrera política y con su partido. Es evidente que el Gobierno del PP, y especialmente su Presidente, merecen que se hagan todos los esfuerzos posibles para echarlos del Gobierno, pero para ello es necesario contar con el apoyo de la Oposición, y lo que es más recomendable aún, con el consenso en la estrategia a seguir para conseguir ese objetivo. En la Moción de Censura de Unidos Podemos contra Rajoy, ha habido mucho de precipitación y de escenificación, que ha generado mucha confusión en cuanto a las verdaderas intenciones de Iglesias y los suyos con esta iniciativa parlamentaria, presentada, además, cuando el partido mayoritario de la izquierda estaba inmerso en el proceso de Primarias. Pretender que te sigan, así sin más, el resto de grupos de la Cámara que no están de acuerdo con este Gobierno, que tienen conocimiento de esa Moción, minutos antes de presentarse, no es solo ilusorio, sino que es incluso impresentable, si lo que se pretendía era echar a Rajoy de la Moncloa. Llevamos mucho tiempo asistiendo al baile o desfile, según se mire, de políticos del PP por los juzgados, en multitud de casos de corrupción, que sería prolijo enumerar aquí y ahora, pero de los que estamos todos al corriente por los medios de comunicación: sentencias, detenciones, paraísos fiscales, áticos, pagos de campañas electorales, coches de lujo….todo un rosario de hechos de mal gobierno, que señalan claramente a multitud de políticos del PP, en las instituciones que han gobernado, y aún gobiernan, bajo la mirada, en plasma por lo que se ve, de su máximo responsable, el Presidente del Gobierno y, a su vez, Presidente del PP, que ya sea por acción u omisión, tiene gran culpa de lo sucedido. Esta situación exigía una fuerza de choque parlamentaria que pusiera los puntos sobre las íes a un gobierno, y a unos políticos, que no asumen ninguna parte de culpa en nada de lo que está sucediendo en su gestión pública. Pero era también notorio que los socialistas estaban debatiendo, en su proceso interno, sobre programas y candidato/as de cara al futuro del PSOE y se conocían, además, las conversaciones del PP con algunos grupos para la aprobación de los Presupuestos, que finalmente han llegado al acuerdo. Y con todo esto en marcha, Iglesias, en uno más de sus gestos de cara a la galería, vino a proponer algo que él sabía, y la gran mayoría ciudadana también, una Moción de Censura que estaba condenada al fracaso por falta de apoyos. Luego si eso es así, que lo es, y todos lo sabemos, incluido Iglesias y Unidos Podemos, ¿a qué viene que se presente esta Moción de Censura? A lo mejor, la intención final de esta iniciativa parlamentaria, no era conseguir que Rajoy deje la Presidencia del Gobierno, no, tal vez la intención de esta Moción de Censura era dar la impresión que hay un solo partido combate a Rajoy ,y otros, incluido el PSOE, que le siguen el juego al PP. En 1980, Felipe González se presentó ante el Parlamento con propuestas y un proyecto de gobierno creíble y posible que marcaron el camino para llegar a la Presidencia. Por el contrario, en 1987, Hernández Mancha se presentó ante el Congreso, sin propuestas, en una intervención que pasó a la historia como método para el fracaso parlamentario. Nada le gustaría más a una gran mayoría ciudadana de nuestro país que echar a Rajoy de la Presidencia, pero el camino elegido por la formación morada no ha sido el adecuado, y según fuentes internas de ese partido, puede suponer un gran desgaste y pérdida de credibilidad, que daría oxigeno al PP. Todo lo contrario de lo que Iglesias pretendía con la Moción de Censura.