viernes. 29.03.2024
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Opinión

Rafael

(Twitter: @angelrd)

Inauguro hoy este espacio que me brindan y en el que, desde el principio, he dejado claro que no hablaré de política ni de actualidad sino de personas, de la gente buena.

Sin ánimo de caer en cursiladas privadas que poco atractivo puedan tener para el lector voy a intentar ser breve.

Hay personas que son buenas de impresión. Son esas que te dejan huella. Esas que, al conocerlas, ya te rasgan la piel y el alma, y dejan en ti un reguero de nobleza que siempre es para siempre.

Mi hermano Rafael es así. Él tiene una voz limpia y una mirada pausada. Cuando te habla, introduce una mueca de sonrisa empática y expone con tanta rigurosidad lo que piensa que, o estás de acuerdo con lo que dice, o te hace dudar mucho si no lo estás.

Jamás tiene una mala palabra y es servicial y generoso. A mí me gusta presumir de hermano mayor igual que al resto de los míos.

Rafael está ahí aunque no lo veas. Y aparece en los momentos oportunos. Es la palabra sensata y la reflexión acertada. Es el refugio de quienes necesitamos seguridad.

El mundo sería más justo si hubiera muchos más como él. Y la vida sería más fácil.

Es un espejo y en mis recuerdos siempre me cuida. Quizás por eso era obligado empezar por él, porque él siempre empieza por los demás.