viernes. 29.03.2024
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La plaza de toros de Campofrío logra la protección como Bien de Interés Cultural

Es uno de los cosos más antiguos de España y el Consejo de Gobierno de la Junta ha acordado su inscripción en el Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz
La plaza de toros de Campofrío logra la protección como Bien de Interés Cultural

Es uno de los cosos más antiguos de España y el Consejo de Gobierno de la Junta ha acordado su inscripción en el Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Monumento, la Plaza de Toros de Campofrío.

Construida en 1717, es una de las más antiguas que se conservan en España y el próximo año celebra su III centenario. En la comarca de la sierra onubense tiene como precedentes las de Rosal de la Frontera (1599) y Almonaster la Real (1608).

El coso es un importante referente del casco urbano de Campofrío, como demuestran los dos estoques que aparecen en su escudo municipal. A su calidad arquitectónica, caracterizada por la "máxima sencillez y funcionalidad", añade el "valor paisajístico" de su ubicación entre el caserío y la dehesa, así como el etnológico de haber sido durante siglos lugar de reunión, fiestas, ceremonias y eventos.

Situada en un extremo de la población, la plaza tiene un diámetro total de 60 metros, de los que 52 corresponden al ruedo. Con un aforo de 1.500 localidades, al exterior expresa su forma redonda con el único añadido del conjunto rectangular de los toriles.

Su altura es escasa y no se eleva del terreno más de 2,5 metros salvo en esta edificación aneja y en la portada. Una "singularidad" destacada, que contrasta con la "sencillez" del conjunto, es la distribución irregular de los burladeros y de los accesos a las gradas.

La organización del recinto es "muy elemental", reducida a dos muros concéntricos que se unen en el palco de acceso y con un graderío que arranca del terreno natural. Su portada principal, que se remata de forma triangular sugiriendo un frontón, cuenta en el interior con un pequeño porche que constituye la única zona cubierta junto con los toriles.

La plaza está construida con mampostería, enfoscada y encalada en todas sus caras. En rojo están pintados los burladeros de madera y las puertas de acceso.

El decreto de inscripción aprobado por el Consejo de Gobierno delimita un entorno de protección alrededor del monumento con el fin de evitar interferencias en su conservación y percepción. Esta zona incluye todas las parcelas catastrales y espacios públicos relacionados con la plaza de toros, tanto de suelo urbano como de rústico. Dentro de este último ámbito, resalta el paisaje de dehesa como escenario predominante.