jueves. 25.04.2024
El tiempo
Opinión

La nueva burbuja

Hace 7 años comenzó lo que hasta hoy sigue siendo nuestra principal pesadilla. Una crisis económica que ha hecho cambiar nuestros hábitos de vida. Hemos pasado de vivir de lo mejor, altos salarios, cuentas corrientes boyantes, dos coches, segunda vivienda al Low cost, etcétera, a estar mirando la cuenta corriente de forma diaria, a tener que vender el segundo coche y la segunda vivienda. Creo que estos años han sido años de aprendizaje para darnos cuenta de que vivíamos en una burbuja ficticia que, como sabemos, tarde o temprano tenía que explotar. Ésta explotó y, al final, hemos visto que sabemos y podemos vivir como realmente nos permite nuestro status. No debemos sentirnos defraudados. Mucho se ha hablado en Europa de la irresponsabilidad de los españoles, sin embargo, las últimas estadísticas de Eurostat revelan que hay más familias hipotecadas en países aparentemente más modélicos como Noruega, Dinamarca u Holanda.

Mucho se ha escrito a lo largo de estos 7 años por grandes autores, asesores y, cómo no, por gurús. Y dado que me dan la oportunidad, me voy a permitir escribir unas notas sobre lo que yo considero los inicios de una nueva burbuja, y que es el momento de aplicar lo que hemos aprendido y no dejarnos llevar por las circunstancias y acontecimientos.

Más de uno puede pensar que mi elocuencia está desvirtuada, como se puede pensar que está iniciándose una nueva ola inmobiliaria, que nos indica que nos preparemos para el nuevo tsunami, cuando aún se producen desahucios, el empleo es precario, y las desigualdades sociales AÚN ESTÁN VIGENTES.

Soy realista y no quiero ni mucho menos ser pesimista, ya que soy consciente de todas y cada una de las necesidades que aún estamos viviendo. Pero como todo el mundo sabe, todo final tiene un inicio, y lo que pretendo con estas palabras es un simple mensaje recordatorio de lo mal que lo hemos pasado y del aprendizaje que hemos tenido.

Soy de los que piensa que la economía no es una ciencia. Sé que más de uno dirá que esto es una locura o una barbaridad, pero yo le aconsejaría que reflexionase… Si fuera una ciencia la aplicación de unos métodos nos habrían dado resultados a corto plazo y nos habría evitado tanto sufrimiento. La conducta humana es impredecible frente a las acciones que nuestros gobiernos aplican.

Como primer indicativo del despertar del sector del ladrillo, y, más concretamente de la construcción, podíamos indicar la subida tímida del precio de la vivienda después de siete años de constante caída. Al cierre del 2º trimestre del 2015, el precio de las casas crecía a una tasa del 5,1% en comparación con hace un año, ritmo de crecimiento similar al de antes del inicio de la crisis. Debemos de tener como referencia según la Tasadora Tinsa que, desde el inicio de la crisis, el precio de la vivienda ha sufrido una caída del 41,8%. ¿Entendemos ahora de dónde salía la garantía para la compra del coche, cocina, etc., a la hora de pedir una hipoteca?

En segundo lugar, los indicadores macroeconómicos nos indican que nuestro crecimiento está siendo muy significativo con respeto a la zona euro. La tímida mejoría de la creación de empleo lenta, y con unos salarios por debajo de lo esperado, hace que la riqueza de las familias haya mejorado considerablemente. Tengamos en cuenta que el pozo en el que estábamos metidos era muy hondo. Una simple esperanza de mejoría hace que todo se vea desde otra perspectiva, generando una mayor confianza y esperanza.

En tercer lugar, una mayor pero aún insuficiente economía familiar hace que los bancos abran un poco más el margen de confianza a la hora de abrir el crédito al consumo y al sector empresarial.

En cuarto lugar, la escasa (por no decir nula) rentabilidad de otro tipo de inversiones, deuda, plazos fijos, etc. hacen que veamos de nuevo en el ladrillo la continua vía de generación de ingresos vía inversión. Una muestra clara de la recuperación la podemos observar en el consumo del cemento, un claro indicador del crecimiento del sector de la construcción, con un crecimiento del 0.4% frente a una caída en estos años que ha llegado al 80%. La gran confianza que genera la economía española en el extranjero, la transparencia y seguridad jurídica hace que éstos, los inversores, vean una buena fuente de generación de ingresos en las segundas viviendas sobre todo en zonas de costa, llegando alcanzar en el primer trimestre del 2015 un 17% de las compras.

En quinto lugar, ya hemos empezado la Guerra de hipotecas. Si hay una cantinela que nos debe sonar es la famosa Guerra de las hipotecas. Hemos pasado unos años que no se escuchaba ni publicidad de bancos para concesión de hipotecas, y ahora están de nuevo bombardeándonos. La guerra de los diferenciales por coger cuota de mercado es un claro indicador. La banca necesita generar negocio y por ello vuelve hacernos viable la concesión de hipotecas. En menos de dos años la banca ha disminuido sus diferenciales a la mitad. Debemos saber que el saldo vivo hipotecario sigue cayendo y esta caída es la que intentan frenar con la reducción de sus ganancias por el descenso de los diferenciales de ahí su necesidad de captar cuota de mercado.

¿Pero qué pasa con el stock de vivienda? Debemos de señalar que el mayor stock de viviendas los tienen las entidades financieras, y podemos observar como los bancos se están adelantando al mercado, intentando profesionalizar sus empresas de gestión de viviendas creándose fondos de inversión, entidades como el BBVA aseguran el crecimiento en un 28% en la construcción de la nueva vivienda. Hay que tener en cuenta que estas entidades financieras han tenido durante mucho tiempo entre sus activos esta inversión inmobiliaria sin generarles rentabilidad alguna, de ahí que necesiten corto plazo ofrecer el suelo a los inversores para recuperar la rentabilidad de esos años atrás. Desde portales especializados como Idealistas.com, el período de eliminación del stock de viviendas se espera en un plazo de 5 a 2 años en España en función de la comunidad autónoma de la que hablemos.

Analizando la situación económica de las familias españolas con bajos sueldos y una creación lenta de empleo, está claro que las entidades financieras e inmobiliarias deberían de realizar un importante estudio de mercado y segmentar nuevos círculos de clientes. ¿A quién van a vender las nuevas viviendas? Debemos tener en cuenta que se está accediendo al mercado laboral por parte de un colectivo de personas cuyos salarios rozan los mínimos. El colectivo de entre 35 a 50 años siguen hipotecados y sufriendo aun las desgracias de la crisis. Luego dado que la tendencia del mercado laboral es la que es, se deberá, aplicar nuevas estrategias de venta.

Comentarios