Vladi Orlov, el hombre que sólo sabía ganar

Desde la llegada del pívot, el Por Huelva ha hecho un pleno de cuatro victorias. El interior promedia 15 puntos, 8 rebotes y 3 tapones por partido, y ha recuperado el espectáculo del juego por encima del aro.

Tiene nombre de espía de la Guerra Fría, de uno de esos agentes soviéticos encargados de exportar la revolución comunista por todo el mundo. Es Vladi Orlov y con su llegada a nuestra ciudad ha revolucionado al Por Huelva y al Andrés Estrada.

Desde que el pívot se pusiera a las órdenes de Javier Rodríguez Walls, el conjunto onubense no hace otra cosa más que ganar partidos. Son ya cuatro victorias consecutivas (Plasencia, Badajoz, Andújar y Coín) en la mejor racha del Por Huelva en la presente temporada.

Y en todos los triunfos, Orlov ha hecho sentir el peso de su juego y de sus 208 centímetros de altura. No en vano promedia 15 puntos c-con un 75% en tiros de dos-, 8 rebotes y 3 tapones por partido. Y también es sinónimo de cespectáculo, pues con su juego por encima del aro ha recuperado artes perdidas en el baloncesto onubense como el mate o el 'alley-oop'.

Tal y como sugieren su nombre y apellidos, Volodymyr Orlov Sturman Maurin nació en Kharkov, Ucrania, el 17 de junio de 1995, aunque se ha criado en nuestro país y posee la nacionalidad española. Internacional sub-18 y sub-20 por su país natal, ha militado en la cantera de tres equipos de la Liga ACB -Tenerife, Cajasol de Sevilla y Unicaja Málaga-, pero aún no ha dado el paso al baloncesto profesional.