jueves. 09.05.2024
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Opinión

Mala conciencia sindical

"Es una estrategia de intimidación, acoso y miedo para que los trabajadores no se resistan a la libre voluntad del empresario..." y "porque es un derecho constitucional y no un delito". Lo dice el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, al referirse a los sindicalistas procesados por participar en diversas convocatorias de huelga. Es lo mismo que denuncian los empresarios y muchos trabajadores (cada vez más) en referencia a los piquetes que tan bien dirige el señor Toxo en comandita con el señor Méndez, su gemelo sindical, que impiden que se ejerza un derecho constitucional y además tampoco es un delito la voluntad del trabajador de no querer ir a la huelga. ¿En qué quedamos? ¿O es que sólo nos interesan los derechos cuando nos favorecen?
Toxo y en general los sindicatos UGT y CC OO (que no dejan de ser lo mismo desde hace demasiado tiempo) cometen el error que tanto critican a otros sectores de la sociedad cuando se meten en política. Una política barata que deja en muy mal lugar la auténtica labor de los sindicatos, que no es otra que defender los intereses de los trabajadores. En este caso intentan defender a los implicados, pero pinchan en hueso al denunciar lo que ellos mismos practican. Y es que ambos sindicatos, y los dos personajes en cuestión, están demasiado ocupados en otras cosas.
Llama también poderosamente la atención el silencio de estos sindicatos ante la medida anunciada por el Gobierno de comenzar a tributar la indemnización por despido. Y es que los parados no les importan nada, que es en lo que se convierte de facto el trabajador que recibe esta retribución. Es más, el sindicato UGT está acostumbrado a beneficiarse de algunas de estas retribuciones que acaban pasando por el Fogasa, ya que tras meses de espera cuando el ya ex trabajador recibe la cantidad pactada (muy por debajo de lo que realmente le pertenecería) comprueba cómo se ve aún más reducida la 'paga' al tener que abonar un importante porcentaje de la misma al 'solidario' sindicato. De vergüenza. La excusa de UGT: es el cobro por los servicios prestados. Pero, digo yo, ¿si es un afiliado que paga religiosamente su cuota, a qué viene este 'impuesto sindical'? ¿Para qué sirve entonces estar afiliado durante años si cuando vienen mal dadas nos cobran por los servicios que ahora sí necesitamos? De traca. Y luego dicen que ayudan a los trabajadores, ¿a quiénes? Vergonzoso. Eso sí que es un delito al trabajador.

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