La Matriz de Almonte convoca el debate sobre los cambios en la Procesión de la Virgen
La Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte acaba de anunciar una reunión clave para abordar varios asuntos de interés en torno a la procesión de la Virgen del Rocío.
El mensaje, críptico y corto, no incluye aun el orden del día o contenido concreto más allá de esos "asuntos de interés" que están en boca de Almonte entero.
Tendrá lugar el jueves, 6 de octubre, a las 20:30 horas. En el Salón de Actos de la Casa Hermandad. ¡Os esperamos!
Pero el mero anuncio ha levantado máxima expectación y debate en un pueblo que aun recuerda con pesar la rotura del banco de las andas de la Virgen que obligó a suspender la procesión del pasado Pentecostés del Reencuentro.
Esta convocatoria llega después de que la Hermandad Matriz de Almonte y la empresa tecnológica INESPASA informaran de los nuevos trabajos que están llevando a cabo con el objetivo de conseguir el refuerzo óptimo para las nuevas andas procesionales de la Virgen.
"Desde que a principios de julio Nuestra Madre regresó a su camarín, las andas fueron llevadas a los talleres de INESPASA, en Sevilla, para conocer los motivos de lo ocurrido en la última procesión del Lunes de Pentecostés y acometer las actuaciones necesarias para solucionarlo", subrayó la Hermandad almonteña.
"El proyecto de las nuevas andas sigue siendo el objetivo prioritario de nuestros desvelos, como el mejor medio para proteger a la Sagrada Imagen, y el único camino para mejorar el desarrollo de su procesión", se insiste desde la Matriz.
Debido a la presión continuada se rompió el banco delantero izquierdo de las andas, uno de los travesaños que sobresale en la base del paso procesional para que pueda ser portado por los almonteños. Había sido fabricado en fibra de carbono y aluminio, según se hizo público en su día por la firma sevillana aeroespacial Inespasa.
Desde el mismo día del suceso, que no era el primero, fueron muchas las voces que desde el pueblo de Almonte levantaron la voz y cuestionaron la organización de la procesión
En 2011 ya se partió un varal del paso y el presidente de entonces, Juan Ignacio Reales, ya advirtió que “era un aviso serio”. Se olvidó.
A pesar de todo, será Almonte, el pueblo que tiene el privilegio de decidir todo acerca de lo que concierne a la Virgen del Rocío, quien disponga sobre el futuro de la procesión de la Blanca Paloma.
Pero el debate sigue abierto. Ya cambiaron muchas cosas en la ‘intocable’ Semana Santa de Sevilla, primando la seguridad e imponiendo medidas de control. Ahora hay debate en El Rocío.
Porque antes había respeto a la hora de acercarse y portar a la Reina de Almonte, se respetaba el papel de la Matriz, de los almonteños. Y eso ha cambiado. Se ve. Se sabe. Han aumentado los toques en el suelo del paso y con ello aumentan los riesgos de rotura.
Hay demasiada presión, demasiadas ganas, demasiado ímpetu a la hora de ir a portar las andas de la Virgen, una presión contínua, individualista por acercarse a Ella. Parece que el cambio generacional llama a las puertas de esta tradición secular.
El 6 de octubre comenzará a desvelarse si estamos ante el anunciamiento de un nuevo Rocío.
No solo importan los temas rocieros a los 11.000 integrantes de la Hermandad Matriz sino a todo un pueblo almonteño y por añadidura a las miles de personas y hermandades filiales que tiene en la devoción rociera un verdadero faro que ilumina su fe.
Octubre es un mes decisivo en lo que concierne al Rocío. Ya el año pasado fue en octubre cuando sobre la mesa quedaba la posibilidad de realizar el traslado, sin la procesión previa de la Virgen del Rocío con su traje de Reina por las calles de Almonte, o posponerla hasta hacerla coincidir con la primavera. Los hermanos no tuvieron duda de decantarse por la segunda opción. El debate fue acalorado y tomaron la voz para reiterar su intención de que la Virgen regresara a su aldea “con todos los honores” y parabienes de la liturgia. Hasta se barajó la posibilidad de realizar un referéndum “a todo el pueblo de Almonte” para que se pronunciase sobre la fecha más idónea del traslado. Pero no hubo tal posibilidad. El clamor popular para que la Virgen regresara en mayo de 2022 fue tal que Padilla aceptó la decisión y el cabildo fue notario del deseo popular.
