jueves. 25.04.2024
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La DGT pone en marcha una campaña de control de camiones, furgonetas y transporte escolar

Se controlarán aspectos como la velocidad, las horas de conducción y descanso, tacógrafo, defectos técnicos, carga, alcohol y drogas, cinturón de seguridad, entre otros.
La DGT pone en marcha una campaña de control de camiones, furgonetas y transporte escolar

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha este lunes una nueva campaña de control de camiones, furgonetas y transporte escolar en las carreteras onubenses que se extenderá hasta el 24 de febrero. Durante estos días, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico y policías locales de la provincia intensificarán las inspecciones sobre este tipo de vehículos de mercancías y transporte escolar, principalmente.

Las inspecciones consisten en comprobar que las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos sean los correctos para la prestación del servicio, verificando que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.

Según ha informado la Subdelegación del Gobierno en un comunicado, también se tendrán en cuenta otros aspectos como la velocidad, la carga, los defectos técnicos, alcohol y drogas, cinturón de seguridad, y otras cuestiones que puedan interferir en la seguridad.

Cabe destacar que la provincia de Huelva tiene un parque de 377.194 vehículos de este tipo, según los datos fechados a 31 de diciembre de 2018. Así, más de 251.000 son turismos, mientras que los vehículos de transporte de mercancías, camiones y furgonetas representan el 14 por ciento del total (51.543), y el diez por ciento de los accidentes con víctimas.

Los autobuses, por su parte, representan sólo el 1,5 por ciento del parque (754). En 2017, en la provincia onubense se contabilizaron 90 accidentes con víctimas en los que estaban implicados este tipo de vehículos, en lo que fallecieron dos personas, 13 resultaron heridas de gravedad y 109 con heridas leves.

También se produjo un accidente en el que estuvo implicado un autobús y en el que cinco personas resultaron con heridas leves. Esto, unido a la mayor letalidad de los accidentes en los que hay implicados vehículos de mercancías de más de 3.500 kilos, ha llevado a la Dirección General de Tráfico a sumarse a esta campaña que la Organización Internacional de Policías de Tráfico (Tispol) pone en marcha.

Hay que recordar que en el año 2018 fallecieron en Huelva 14 personas en vías interurbanas en el momento de accidente o en las 24 horas posteriores al mismo. Del total de fallecidos, cuatro viajaban en turismos, uno en motocicleta, dos en furgoneta y uno conducía un camión. Además, también falleció un peatón. Mientras que han disminuido los ciclistas y los motociclistas fallecidos, ha aumentado los accidentes mortales en los que hay implicados algún vehículo de transporte de mercancías (tres frente a dos).

En la última campaña de vigilancia y control de furgonetas, que se realizó entre los días 26 y 29 de noviembre de 2018 por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATCG) con la participación de ayuntamientos como Bonares, Beas, San Juan del Puerto, Punta Umbría, Rociana del Condado, Valverde del Camino y La Palma del Condado, la ATGC y las distintas policías locales controlaron 820 vehículos, de los que fueron denunciados un total del 52, la mayor parte por no haber pasado la inspección técnica en el plazo reglamentario, deficiencias técnicas y cuestiones de documentación.

Sin embargo, el transporte escolar se puede decir que "es seguro en cuanto a siniestralidad". Así, los accidentes tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo, o justo en los instantes inmediatos, y en muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar, o de los padres.

Al respecto, es destacable que este tipo de transporte está sometido a una serie de normas de cuyo cumplimiento depende en muchos casos la seguridad de los menores. Exigirlas, a través de los centros educativos o las asociaciones de padres que se encargan de contratar las rutas, es "un derecho de todos". La velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos.

Asimismo, está comprobado que a 50 kilómetros por hora, que es la velocidad máxima permitida en vías urbanas, las posibilidades de que un niño sobreviva sin ninguna medida de seguridad es prácticamente nula, ni siquiera a poca velocidad se garantiza su supervivencia.

Por todo ello, la vigilancia se realizará en toda clase de vías, y a cualquier hora del día, especialmente en aquellas en que la afluencia de este tipo de vehículos es mayor.