viernes. 19.04.2024
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“Impacta oír hablar en Europa de la contaminación en Huelva como ejemplo de crimen ambiental”

José Antonio Alfaro Moreno, teniente del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, destinado en la Policía Europea, Europol, desvela en esta entrevista la importancia internacional que ha adquirido la lucha contra el crimen ambiental. Huelva no es ajena a esta realidad, prioritaria para la Unión Europea.
“Impacta oír hablar en Europa de la contaminación en Huelva como ejemplo de crimen ambiental”

José Antonio Alfaro Moreno, albaceteño de cuna, calañés y onubense de adopción, militar primero y agente de la Guardia Civil después. Formado en las unidades territoriales de Seguridad Ciudadana e Investigación en Sevilla, Castellón y Cuenca. Vinculado al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Benemérita desde 2007 como Jefe de Sección en Huelva, provincia donde encabezó las investigaciones de sonados golpes al tráfico internacional de residuos industriales tóxicos y peligrosos, uso ilegal de fitosanitarios, tráfico de especies y variadas agresiones medioambientales. La experiencia y solvencia profesional acumulada en Huelva le valió a este Teniente del Seprona, entre otras, la condecoración al Mérito Medioambiental en 2015 otorgada por lo que hoy es el Ministerio de Transición Ecológica y le llevó en 2016 hasta un destino en La Haya (Países Bajos) como Experto Nacional Destacado en Europol, la eficiente Policía Europea que se encarga de la investigación internacional del crimen medioambiental y velar por el cumplimiento de la severa normativa que la Comunidad aplica en este campo.

Huelva, como uno de los puntos fabriles, químicos, núcleo contaminante y emisor y receptor de residuos ha sido objeto de algunas de las acciones de Europol, donde no escapan las connotaciones ambientales del Parque Nacional de Doñana, una de las joyas más mimadas en Europa, la agricultura y la frontera con África.

Tráfico de residuos, contaminación, vertidos industriales, aguas residuales, abuso de fitosanitarios, pesca y comercio ilegal (angulas, atún rojo), tráfico de especies, salud y seguridad ambiental. “De todo esto, impacta oír hablar en los foros internacionales de la contaminación de Huelva como ejemplo de crimen ambiental”, afirma.

Qué papel juega Europol en la protección del Medio Ambiente en la Unión Europea

El Ciclo Político de Seguridad de la UE 2018-2021 estableció que el delito medioambiental fuese una prioridad para los próximos años lo cual significa el establecimiento de una plataforma llamada EMPACT que promueve acciones enfocadas a combatir el crimen organizado en este área. Dos líneas fundamentales son las que se siguen: tráfico de residuos y relacionados y tráfico de especies y relacionados. En este área enmarcamos cualquier delito relativo a contaminación y residuos y delitos contra la fauna silvestre con vínculos internacionales.

Mi trabajo aquí consiste en ayudar a los países a llevar a cabo sus operaciones apoyándoles, facilitando el intercambio de información, analizando esta información e incluso apoyando con despliegues sobre el terreno. Para actuar necesitamos que los países requieran nuestra intervención. Esto es, no somos una especie de FBI europeo sino que sólo podemos actuar si somos requeridos para ello.

Para un agente del Seprona el destino de Huelva garantiza hacer un auténtico doctorado medioambiental

¿Qué tiene de particular Huelva a escala europea para que levante tanto interés en las investigaciones del crimen medioambiental?

Bien, lo primero que debo decir es que la provincia de Huelva posee unas cualidades únicas tanto por su posición geográfica como por su riqueza y variedad en biodiversidad. Recordemos que es la segunda provincia más rica en biodiversidad del país europeo más rico en este aspecto. La combinación de zonas forestales, parajes protegidos, costa, minería e industria unido a la frontera con Portugal y cercanía con África hacen de Huelva un lugar único para el investigador especializado en medio ambiente. En mi época de Huelva decíamos que para un sepronero estar destinado allí significaba un auténtico doctorado en la materia.

Desde Europol se trabaja en distintas facetas. Unas veces los países son llamados por nosotros porque detectamos algún vínculo en relación a otra investigación internacional y en otras ocasiones son los países los que reclaman nuestro apoyo. No es que nos fijemos en una determinada zona pero Huelva de una u otra forma está presente en muchas de las acciones que llevamos a cabo.

¿Cuáles son los puntos calientes de los delitos medioambientales  a nivel comunitario?

El pasado año el Consejo determinó que el delito medioambiental sería una prioridad para el Ciclo de Seguridad de Política Europea de la UE 2018-2021. Esta prioridad fija dos líneas: residuos y vida silvestre. Durante los próximos cuatro años los Estados miembros promueven acciones con el apoyo de Europol que se van evaluando y corrigiendo constantemente. España a través de la Guardia Civil es uno de los líderes de esta prioridad mediante la plataforma denominada EMPACT. ¿Puntos calientes? En mi opinión hay mucho camino por recorrer dado que el delito medioambiental es algo que hay que buscar, no siempre es visible y si no hay unidades dedicadas a ello es difícil que salgan a la luz. No todos los países tienen un Seprona y eso es algo en lo que ya se está trabajando. Podríamos decir que España lidera las operaciones más importantes y desde aquí se están encontrando esos “puntos calientes” en el resto de Europa. La cooperación internacional es fundamental ya sea para solicitar información referente a una entidad de interés o para desmantelar un grupo criminal organizado.

Se habla del tráfico de droga, de armas pero a nivel social y periodístico dejamos a un lado el tráfico de residuos tóxicos. Supongo que será un foco permanente de problemas, tanto para el medio ambiente como para la salud.

Absolutamente. Pero me gustaría puntualizar que los delitos relativos a residuos son mucho más que el mero tráfico: sustancias que agotan la capa de ozono, contaminación, gestión irregular de los residuos… todos merecen nuestra atención. Lo mismo ocurre con el tráfico de especies en el que hasta hace poco se centraban los esfuerzos, excluyendo por tanto otros delitos relativos a la fauna y flora como la destrucción del hábitat, caza furtiva, envenenamientos, etc. Centrándonos en el tráfico de residuos en Europa se ha puesto mucha atención a la exportación irregular a África, América e incluso Asia pero ahora también estamos sacando a la luz casos intracomunitarios que inciden directamente en la salud de los ciudadanos. Hay mucho por hacer dado que  a pesar de mi llegada en 2016 nuestro equipo lleva formalmente constituido poco menos de un año pero somos optimistas. En términos económicos no hay datos al respecto pero lo cierto es que es un negocio muy rentable.

¿Su práctica será muy onerosa?

En Europol hay un dicho que es “cuando no sepas qué hacer con un caso sigue el rastro del dinero”, y en la gran mayoría de las ocasiones es absolutamente cierto. El delincuente medioambiental busca siempre el beneficio económico y en el ámbito de los residuos más si cabe. El dinero se encuentra en la no gestión debida del residuo (muy costosa) mediante falsificación de la documentación. Finalmente ese residuo acaba en un lugar en el que provoca inevitablemente efectos. Paradigmático es el caso de la “Tierra de Fuego” en el sur de Italia cuando el residuo era quemado o enterrado con la consiguiente contaminación del área. En otras ocasiones los residuos atraviesan miles de kilómetros cuando podrían ser tratados cerca de su origen. Esto contraviene la convención de Basilea y evidentemente busca evitar los mecanismos de control del tratamiento y finalmente hacer caja. El proyecto TECUM liderado por los Carabinieri italianos y co-liderado por la Guardia Civil quiso poner sobre la mesa esos flujos intra-europeos de residuos. Europol colaboró en la fase operativa y en España se identificó por ejemplo mediante la operación ROTAMM una red que exportaba neumáticos usados considerados como residuos de forma ilegal y los introducía en el mercado de nuevo sin tratamiento ni certificación con el consiguiente riesgo para la vida de las personas.

Sin una estructura criminal organizada no es posible transportar a miles de kilómetros los residuos

¿Están metidos los grandes grupos criminales en este tráfico, influyen de alguna manera, existen redes europeas montadas alrededor de este negocio ilícito?

Este es el gran reto. Europol entra a jugar cuando existe delito, un delito transnacional llevado a cabo por un grupo organizado. Es evidente que no se pueden transportar a miles de kilómetros toneladas de residuos sin que haya una organización criminal detrás. Lo mismo ocurre con el tráfico de especies, en el que un espécimen es cazado en origen y transportado miles de kilómetros hasta llegar a su destino. Sin estructura criminal no es posible. La declaración como prioridad nos va a ayudar a identificar y desmantelar grupos criminales que están operando bajo el principio “alto beneficio, bajo riesgo” y que hace que grupos dedicados tradicionalmente a drogas o armas se hayan fijado en el delito medioambiental.

En 2011 un residuo peligroso sin tratar estaba siendo trasladado desde el Norte de Italia hasta Nerva, vía Puerto de Sevilla. Se produjo algún incendio

¿Existió en Europa esta práctica de tráfico y trasiego de residuos tóxicos. Dónde llegaron, como se detectó esta actuación criminal?

En el año 2011 tuve la oportunidad de colaborar en una operación de Carabinieri. En pocas palabras un residuo peligroso estaba siendo trasladado desde el norte de Italia hasta Nerva vía Puerto de Sevilla. La autorización era correcta pero el truco estaba en la falta de tratamiento antes de iniciar el traslado. El residuo debía estar inertizado (no activo y sin capacidad de reacción) y sin embargo no lo estaba con el consiguiente peligro en la zona de almacenamiento definitivo. De hecho hubo algún incendio. En Italia fueron detenidas siete personas incluyendo a un funcionario que falsificaba la documentación. Recuerdo perfectamente que en este caso echamos en falta que alguien facilitase el trabajo entre los dos países. Años después coincidí con uno de los responsables de la operación en Italia y pensamos en que podríamos haber hecho mucho más en su día si en Europol hubiese existido alguien dedicado a esto. Cosas de la vida ahora soy yo el que hace ese trabajo.

Resulta difícil calcular los beneficios que esta práctica reporta a las organizaciones criminales. Hay datos al respecto.

Hay miles de informes relativos al delito medioambiental pero sinceramente no hay datos actualmente en Europa. Probablemente dentro de un par de años sí podamos dar estas cifras. De todos modos y aparte de lo ya dicho en Europa siempre intentamos buscar las vinculaciones económicas, el blanqueo de dinero, la evasión fiscal, etc. Ayuda mucho a la hora de construir el caso y poner sobre la mesa la existencia de la estructura criminal. No es lo mismo acudir al despacho del juez y del fiscal con un delito contra el medio ambiente a ir con un paquete completo que incluye todo lo anterior. El Seprona en sus últimas operaciones internacionales está haciendo hincapié en la inmovilización y recuperación de activos que es lo que verdaderamente deja inactivo al grupo criminal.

Pero por contestar a la pregunta, el Plan de Acción contra el tráfico de especies de la UE (Comisión) establecía en 2016 cuando fue aprobado entre 8.000 y  20.000 millones de euros anuales el montante. Imaginemos todo el ámbito medioambiental… De todas formas lo más importante de nuestro trabajo es evitar el efecto sobre los hábitats y las personas. El dinero es sólo dinero.

Europol acumula ya varios golpes que afectan a Huelva en relación al delito medioambiental. Cuáles han sido las operaciones más sonadas.

Huelva se ha visto de alguna u otra forma envuelta en algunos casos. En la operación LAKE contra el tráfico de angulas ha habido varias acciones en la provincia (río Carreras y Doñana). De hecho ya en 2011 hicimos los primeros servicios al respecto con la Unidad Central de investigación del Seprona (UCOMA). Concretamente en la operación ABAIA (2017)  varios anguleros furtivos del Guadalquivir fueron investigados en una red que recolectaba angulas de origen furtivo de España, Francia y Portugal en Tarragona y posteriormente las exportaban ilegalmente a China a través de Grecia. Cada kilo de angulas se llega a pagar hasta 2.000 euros en época alta en este negocio ilegal que consiste en hacer llegar los peces vivos a China donde son engordados y después sus productos vendidos como originarios de Asia. Los beneficios se multiplican por siete en relación a la inversión. Mucho más rentable y con menos riesgo que la cocaína o las armas.

También nos ha llegado la operación Emerald Red que la Sección Seprona de Huelva completó hace unos meses por el clonado ilegal de variedades protegidas de frutos rojos. Tanto el modus operandi de los investigados como la metodología utilizado para el esclarecimiento de los hechos son novedosos y Europol quiere asegurarse de que esta inteligencia llegue a todas las unidades de la UE. Para estos delitos relacionados con la propiedad industrial e intelectual colaboramos estrechamente con la EUIPO que tiene su sede en Alicante.

Últimamente la operación Tarantelo en la que una red introducía en el mercado atún rojo pescado ilegalmente también tuvo ramificaciones en Huelva donde los compañeros del Seprona intervinieron. Esta red se estima que hacía el 50 % de su negocio en negro, con lo cual pescaba más del doble de especímenes que los permitidos con la consiguiente afectación a la especie. Además se han identificado ocho casos concretos de afección a la salud de los ciudadanos por el mal estado del pescado.

En Huelva se ha desmantelado un grupo que fabricaba y distribuía productos (fitosanitarios) prohibidos. Se envenenaron hasta los sapos

La agricultura se ha ido convirtiendo poco a poco en otro punto problemático. Por qué.

Evidentemente la agricultura tiene afecciones al medio ambiente por diversas cuestiones tales como los residuos que genera y su posterior tratamiento, el abastecimiento de agua, el uso de fertilizantes y pesticidas, etc. Por ejemplo ya en mi etapa en Huelva participé en la operación Silver Axe de Europol relativa a pesticidas y fertilizantes ilegales. De hecho en Huelva comenzó una operación llamada Fresón que llevó a cabo la UCOMA con nuestra colaboración y que desmanteló un grupo que fabricaba y distribuía productos prohibidos.

Como ejemplo gráfico de las consecuencias del uso de estos productos en una ocasión investigamos el caso de una cigüeña negra (en peligro de extinción) electrocutada en Doñana. La necropsia reveló que se había alimentado de sapos que a su vez estaban envenenados. De ahí que se chocase en pleno vuelo con los cables del tendido eléctrico. Seguimos el rastro del compuesto arroyo arriba, tomamos muestras e hicimos una campaña de inspecciones en la comarca para evitar el uso de sustancias prohibidas y comprobar el correcto uso de los permitidos. Esto demuestra que todo está conectado.

¿Se vigila lo suficiente la calidad de las aguas vecinas a las grandes plantaciones agrícolas y el uso de los pesticidas y fitosanitarios?

No sé si se vigila lo suficiente porque a todos nos gustaría hacer más pero sí puedo decir que el Seprona se toma muy en serio el plan de inspección anual que realiza en colaboración con la Junta de Andalucía. Hay un convenio al respecto. Se inspecciona, se toman muestras incluso de residuo en hojas y frutos y de ahí precisamente vienen las operaciones de las que hablábamos antes. El reciente caso resuelto por mis antiguos compañeros de intoxicación de personas en La Redondela es un claro ejemplo.

¿Por qué Europa es tan sensible a los abusos en este campo, uso de pesticidas y seguridad alimentaria?

Cuando hablamos de protección al medio ambiente hablamos de protegernos nosotros mismos. Nuestra Constitución recoge este concepto ecléctico de medio ambiente y la necesidad de su protección. Tan sencillo de explicar y tan difícil de asimilar. Existe una colaboración permanente entre la Comisión a través de DG Environment y DG Santè con agencias como Europol, EUIPO y EFCA en ese sentido. La nueva prioridad no hace sino reforzar y complementar las actuaciones porque el objetivo final es el mismo. He de decir que en España se cuenta con la ventaja de que el Seprona aglutina todas estas competencias y por ello puede llevar a cabo investigaciones completas en todos los campos delictivos, desde una simple inspección a la investigación de una trama internacional. Cuando uno sale fuera se da cuenta de ello.

¿Qué es Doñana en Europa. Aquí creemos que es la joya de la corona. Es cierto que se ve así?

Sí, en Europa se toma muy en serio la denominación de Paraje Protegido. Cuando nos llega un caso que afecta a la Red Natura 2000 los países lo subrayan como un indicador de gravedad. Doñana se conoce en Europa por supuesto. De hecho puedo decir que mi peor momento desde que me fui fue sin duda el incendio del pasado año. Seguí en la distancia el magnífico trabajo de los compañeros de la Guardia Civil, de la UME y del Infoca. Los conozco y sabía que harían un trabajo excepcional como así fue, pero lo pasé muy mal.

Usted dirigió la operación Vernum que versaba en la extracción ilegal de aguas en Doñana. Resultó un tanto polémica y hubo incluso algún amago de altercado.

Esta operación sigue activa aún hoy día porque la Fiscalía y los juzgados siguen solicitando datos. Comenzó a raíz de una denuncia de WWF a la Fiscalía General del Estado y recorrimos palmo a palmo todos los rincones de Doñana y su entorno. Fue (y sigue siendo) un trabajo minucioso y extraordinariamente laborioso en la que la relación con la Fiscalía en Madrid y en Huelva fue clave. Me han preguntado muchas veces sobre esta operación y siempre remarco que la colaboración con los agricultores fue (y sigue siendo) magnífica. De hecho ellos mismos prestaron una colaboración impagable para calmar los ánimos en momentos de tensión máxima. Es de justicia que se sepa.

El Rocío, como la mayor concentración de equinos del mundo, acapara también la atención de Europa

Junto a Doñana, El Rocío, el movimiento de equinos. Otro de los asuntos donde Europa suele inmiscuirse: el bienestar animal. ¿Qué ocurre en este campo, qué hace Europol aquí?

Bueno, la operación Gazel es un buen ejemplo de ello. Destapó una red que sacrificaba equinos no aptos para el consumo humano y distribuía la carne por toda Europa. Una vez más la vigilancia en origen es la que destapa los grandes casos y una vez más el dinero está detrás.

En cuanto al Rocío hace poco tuve la oportunidad de colaborar con varias organizaciones europeas en un evento sobre bienestar y tenencia responsable en el Parlamento Europeo. Gracias a la colaboración con la asociación ‘El Refugio del burrito’ (socio español de ‘The Donkey Sanctuary’) se está logrando la imagen que se merece este evento que constituye la mayor concentración anual de equinos del mundo y que acapara también la atención de Europa. Los rocieros agradecen este trabajo y denuncian comportamientos indebidos. Mis compañeros siguen haciendo un trabajo enorme año tras año.

Siguiendo con el tema del maltrato animal también dirigió alguna operación no falta de impacto como EARS en la que veterinarios y rehaleros fueron investigados por el corte ilegal de orejas y rabos a animales. Incluso hubo una manifestación en Niebla contra esta actuación.

Sí, así fue. La sociedad avanza y el delito de maltrato animal sufrió dos modificaciones ampliando los supuestos en los últimos años con lo cual este tipo de conductas si se hacen de forma injustificada y sin las condiciones de asepsia y quirúrgicas requeridas tienen cabida en el tipo penal. Detectamos que había certificados supuestamente falsos emitidos por los mismos veterinarios y nos pusimos a trabajar. Un extenso y detallado informe pericial encargado por el Colegio Oficial de Veterinarios de Huelva fue la base para ir más allá y una vez más la coordinación con la Fiscalía en Huelva fue crucial. En su momento esta operación fue aplaudida y criticada. Lo único que puedo decir es que la hemeroteca está repleta de sentencias a raíz de esta operación, con lo cual quiere decir que estábamos en lo cierto; esto es que existía el delito. Fíjese que la Dirección General de la Guardia Civil a través del Seprona puso en marcha la campaña ‘Yo puedo contarlo’ para animar a la denuncia de casos de maltrato animal y que otras operaciones similares se han hecho a posteriori por toda España. El tiempo nos ha dado la razón.

¿Y la caza? También afrontó situaciones delicadas en algunos cotos.

Bien, nosotros jamás criminalizamos sectores sino que investigamos delitos y denunciamos infracciones. Es muy diferente y hay que subrayarlo. En el caso de la caza la prioridad siempre ha sido la seguridad para los participantes y el resto de la población. Creo que no puede haber duda en este aspecto. Incidimos en ello y recibimos la colaboración de la amplia mayoría de los cotos pero quizás otros fueron más ruidosos. Estamos convencidos de que nuestra labor evitó accidentes para los cazadores y para los ciudadanos. Las leyes de la física no son discutibles y si se usa un arma con alcance de varios miles de metros en una zona llana es fácil deducir que un proyectil perdido puede atravesar caminos, carreteras, etc. No creo que haya duda al respecto.

Por último me gustaría decir que desde que llegué a Huelva en el tema del uso ilegal de cebos envenenados siempre hemos contado con el apoyo del sector cinegético que incluso organizó varias conferencias y charlas para la concienciación en este aspecto. LA FAC y Aproca fueron muy activas en este aspecto.

En Reino Unido una condena de dos meses de prisión se hace efectiva, en España esto es más complicado. Homogeneizar este aspecto sería algo a estudiar 

Gusta mucho al mundo político decir que en España quien contamina paga. Cree usted que está lo suficientemente perseguido y castigado el delito medioambiental.

Pregunta delicada. Verá, hay que tener una cosa muy clara y es que las leyes no son buenas ni malas; son las que hay. Como miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad nuestro deber es implementar procedimientos para perseguir al criminal con la máxima eficacia y rentabilizando los medios disponibles. Dicho esto, la Comisión dentro del plan contra el tráfico de especies antes nombrado menciona la discusión y posible revisión de la Directiva de crímenes medioambientales. Es una buena oportunidad para evaluar su aplicación en los países y mejorarla si es necesario. Debe tenerse en cuenta por ejemplo que una condena de dos meses de prisión en Reino Unido se hace efectiva y en España esto es más complicado. La necesidad de homogeneización en este aspecto sería algo a estudiar.

Durante sus años en Huelva hubo muchas actuaciones relativas al urbanismo y la ordenación del territorio. ¿Recuerda el caso de Ayamonte?

Perfectamente. Cuando llegué en 2008 este tema estaba en alza y nos ocupó mucho tiempo. Hicimos un gran trabajo con la entonces Dirección General de Inspección de la Junta y con el fiscal Alfredo Flores por ejemplo en la Sierra de Aracena aunque se hicieron actuaciones en toda la provincia durante varios años. En esa época despachábamos casi a diario con la Fiscalía por la cantidad de casos que teníamos. Afortunadamente el trabajo dio sus frutos y la incidencia en este aspecto bajó.

De Ayamonte lo que puedo decirle es que investigamos en profundidad lo que nos llegó y que seguimos escrupulosamente las órdenes de los dos jueces que intervinieron en el caso. Hay gente a la que no le gustó nuestro trabajo pero supongo que eso va en el sueldo. El análisis de la documentación de Isla Canela nos llevó meses y meses. Finalmente se archivó pero eso ya no dependía de nosotros.

No podemos dejar a un lado los vertidos industriales. Cómo se ve en Europa el asunto de los fosfoyesos, que por otro lado ha provocado visitas y pronunciamientos del Parlamento Europeo.

En 2015 asistí a un curso sobre delitos medioambientales en la Escuela Internacional contra el Crimen Organizado de Italia que se encuentra en Caserta, una ciudad del sur de Italia cercana a Nápoles y en el centro de la ‘Tierra de Fuego’. El caso es que una doctora de la Universidad de Roma presentó el caso de los fosfoyesos de Huelva como uno de los primeros delitos medioambientales de Europa (en Europa el término “environmental crimen” tradicionalmente se ha circunscrito a los residuos). Me impactó bastante que se hubiese estudiado el tema a nivel mundial.

De mi época en Huelva lo único que puedo decir es que investigamos en profundidad todos y cada uno de los incidentes que nos llegaron y varios que detectamos nosotros de oficio y remitimos puntualmente a las autoridades competentes los resultados de las investigaciones.

No sé si ha oído hablar del tratado de Lorenzo Natali sobre el Polo Químico de Huelva, su realidad y repercusión social. ¿Existe en la práctica el crimen medioambiental?

Sí lo conozco. Me leo todos los estudios e informes que me llegan. No puedo valorar este documento pero sí debo decir que una cosa es hablar de crimen medioambiental en general y otra muy distinta es investigar un delito en concreto. Quiero decir, nuestro trabajo es investigar delitos a través de indicios, vestigios y evidencias. Eso es lo que hemos hecho siempre, lo que seguimos haciendo y haremos en el futuro.

La reforma del Código Penal abre la posibilidad al delito por afección grave al caladero

Las pesquerías, su agotamiento, las capturas ilegales son otra fuente de problemas, la salubridad de las aguas. Esta Huelva marítima, atlántica está también en el ojo del huracán.

Como he señalado Huelva ha estado presente en operaciones de pesca como Lake y Tarantelo. La pesca ilegal (o irregular) de seguro será un objetivo en los años próximos a nivel europeo y estamos trabajando ya codo a codo con Interpol. La última reforma del Código Penal abrió la posibilidad del delito ante la afección grave a los caladeros. No hay que olvidar tampoco la afección a la salud pública y los delitos económicos conexos. Sin duda nos ocupará mucho tiempo en el futuro.

Por otro lado Europol se ha embarcado en la operación ‘30 Días en el Mar’ junto a Interpol para detectar y perseguir casos de contaminación marítima aunque le hemos dado una visión un poco más amplia y hemos incluido cualquier actividad ligada al mar como vertidos, calidad en el combustible usado por los barcos, desmantelamiento de barcos en desuso… Hablábamos antes de estudios ¿sabía que un estudio holandés establece que 17 de los mayores barcos de transporte contaminan más que todo el tráfico rodado mundial? Definitivamente vamos a seguir trabajando en ello. En Huelva sin ir más lejos ha habido dos operaciones dentro de ‘30 Días en el Mar’.

Y volviendo a Europol ¿cómo es su día a día en La Haya? , cambia mucho el trabajo?

Cambia muchísimo. El trabajo en una unidad territorial del Seprona implica no solamente ejecución de actividades sino gestión de personal y medios. Tiene la ventaja del contacto directo con los casos y el conocimiento en profundidad de la problemática. Durante mis años allí tuve ocasión de colaborar en la planificación a nivel nacional de acciones y procedimientos e incluso me encargaron algunas acciones internacionales con lo cual cuando llegué aquí no venía de vacío. Mi día a día es un continuo análisis de información y contacto con investigadores nacionales para sacar adelante casos junto con el planteamiento de acciones globales. He tenido siempre el apoyo del Seprona y de otras entidades como la Autoridad CITES española. También acudo cuando somos requeridos a apoyar lo que en España llamamos “reviente” y en Europa se denomina “action day” que no es otra cosa que el momento en el que se detiene a los malos. Para mí es un regalo trabajar sobre el terreno como antiguamente.

Supongo que tanta acción y estudio de información y documentación da para mucho y guardará ya un anecdotario cuando menos curioso.

Muchas. En España la mayoría de los compañeros del Seprona me conoce pero en la operación Jungla V sobre tráfico de reptiles estábamos clasificando animales muertos encima de unos plásticos para su posterior análisis, determinación de especie, etc. Cuando un componente del equipo me vio remangado con los guantes sacando lagartos malolientes y poniéndoles los números me dijo “sinceramente mi teniente no esperaba que se bajase al barro”. Hace poco en otro país (no se han hecho públicas las actuaciones) en una operación de residuos le dije al investigador que me explicase algunos puntos del caso que no me quedaban claros. Estuvimos hasta casi medianoche discutiendo y proponiendo cosas y me dijo “me esperaba un perfil más de corbata de alguien de Europol”. Le dije que para ser un buen fraile primero hay que ser un buen monaguillo. Concluyendo, podría haber llegado a Europol antes o sin pasar por Huelva pero sin lugar a dudas no habría estado igual de preparado y no prestaría el mismo apoyo a los países sin ese conocimiento de la realidad previo.

Huelva es un paraíso que debe disfrutarse y conservarse

¿Echa de menos Huelva?

Llegué a Calañas desde Albacete con tan sólo meses y desde entonces siempre he estado ligado a la provincia. Considero que es un paraíso que debe disfrutarse y conservarse. He dejado allí muchos amigos y compañeros y vuelvo dos o tres veces al año. Si me pregunta por algo en concreto echo de menos las noches de servicio en Doñana. No hay nada igual.

¿Algún mensaje para Huelva?

Como he dicho antes sigo en contacto con Huelva. Los mejores amigos de mis hijos están ahí. Tengo amigos en el Infoca y en la Delegacion de Medio Ambiente, en la de Agricultura y Pesca, Colegio de Veterinarios, en la Fiscalía, Juzgados… en todos sitios. Sigo teniendo contacto con ellos y son unos profesionales tremendos. Y de mis antiguos compañeros sólo puedo decir que son los mejores y un ejemplo a seguir. Sin ellos no habría llegado hasta aquí.