jueves. 28.03.2024
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Buscan a un bebé robado supuestamente enterrado junto a su madre pero que no está en la tumba

María José Vazquez falleció en noviembre de 1987 cuando estaba embarazada de ocho meses, los familiares sospechan que le sustrajeron al pequeño y les dijeron que ambos habían muerto.
Buscan a un bebé robado supuestamente enterrado junto a su madre pero que no está en la tumba

Hoy tendrá 30 años y no sabe quién es su verdadera familia. Un nuevo caso de la asociación SOS Bebés Robados de Huelva da una nueva vuelta de tuerca a los casos de bebés onubenses que fueron sustraídos de sus familias para, presuntamente, ser entregados a brazos de desconocidos que los han criado como hijos propios.

Este caso tiene condicionantes especiales porque a este varón nacido el 11 de noviembre de 1987 no lo busca su madre como ocurre en muchos de los casos, dado que la mujer que lo alumbró falleció por complicaciones cardiacas en el octavo mes de gestación. Su tía, Marta Vázquez, es la que trata de encontrar a su sobrino y con el tiempo se ha dado cuenta de que a ese bebé lo robaron.

El día que pasó todo Marta tenía 14 años y su hermana que fallecería al poco tiempo de ingresar, tenía 20 años. María José había quedado embarazada en abril de ese año y poco después había roto su relación dispuesta a ser madre soltera. Aunque durante el embarazo había sufrido un par de lipotimias, los médicos consideraron normales esa situación, pero aquel fatídico 11 de noviembre la situación se complicó mucho más.

A María José se la llevaron a urgencias del Manuel Lois después de haber sufrido un desmayo en casa de una amiga, allí, asegura su hermana en declaraciones a Diariodehuelva.es, ingresó a las 17.30 horas. Dos horas después los médicos salieron para indicarles que ambos, mujer e hijo habían fallecido. Según comentaron primero falleció la madre y al niño "lo extrajeron por cesárea pero con muy poco pulso y terminó falleciendo".

Aquí es cuando comienzan a repetirse los mismos reflejos que aparecen en todos y cada uno de los casos denunciados de bebés robados, diversos familiares piden ver el cadáver del pequeño, pero los médicos lo impiden en todo momento. Sin embargo, no hubo ningún inconveniente en velar el cuerpo de María José.

A la hora de enterrarlo, recuerdan en la familia, pusieron el supuesto cuerpo del bebé a los pies de su madre en el ataúd, "pero solo segundos antes de cerrar la tapa y enterrarlo" nadie vio el cuerpo, solo un trapo verde, pero el caso se cerró así... hasta el año 2005.

19 años después los familiares pensaron en que era hora de incinerar los restos de María José y del pequeño supuestamente fallecido y sacaron para ello los restos mortales. Allí estaban los restos de María José y había un trapo verde que todavía mantenía la intensidad de su color, pero ningún resto mortal del pequeño.

Al principio pensaron que los restos pudieran haberse desintegrado con el tiempo, pero las dudas sobre lo sucedido, que los abuelos del pequeño siempre había mantenido, se hicieron todavía más firmes y cuando los casos de bebés robados empezaron a brotar en toda España empezaron a investigar más sobre todo lo sucedido.

Marta ha sido la persona encargada de llevar a cabo esta investigación, lo primero que logró desentrañar es que nadie había visto el cuerpo del pequeño. En aquél 11 de noviembre de 1987 unos primos dijeron haberlo visto, pero en conversaciones posteriores ha logrado saber que "solo lo dijeron para tranquilizar a mi madre" que entonces "estaba muy mal".

Marta ha conseguido también documentación en el registro civil y en el negociado del cementerio. En el legajo de papeles se hace constar que la madre falleció a las 16.00 horas y el niño dos horas después, algo que en absoluto se corresponde con la realidad por lo que ahora no tienen dudas de que aquel pequeño fue un bebé robado.

Ahora están esperanzados en poder recuperar a este trozo de vida que le han arrebatado, "sabemos que es difícil, pero la esperanza es lo último que se pierde" señala Marta Vázquez, quienes han entrado en la asociación y están siguiendo todos los pasos para intentar que el futuro les depare una sorpresa agradable. Lo próximo hacerse las pruebas de ADN para ver si alguna vez existe la posibilidad de cotejarlas y recuperar a un familiar que nunca debieron haber perdido.