Alojamientos alternativos de la UHU: Cinco universitarios conviven con mayores e inmigrantes
Los gastos que suponen mandar a un hijo a la universidad -alojamiento, manutención, matrícula, libros, material- son un coste que muchas familias no pueden asumir. Para aliviar a los estudiantes con menos recursos en este etapa, la Universidad de Huelva (UHU) pone a su disposición los 'alojamientos alternativos': la opción de residir con personas mayores con vivienda gratuita y la de convivir con inmigrantes en la Casa Paco Girón.
Para este curso académico, la UHU ha ofertado tres plazas en cada una de las modalidades, si bien ha quedado vacante una plaza en la Casa Paco Girón, según explica la responsable del Servicio de Atención a la Comunidad Universitaria (SACU) de la Onubense, Guillermina Pérez Barcia, quien apunta que la razón de que no se haya cubierto esta plaza se debe a que este servicio de la Casa Paco Girón "solo lleva dos años funcionando y le hace falta un poco más de rodaje".
Y es que, pese al ahorro económico de estos alojamientos, es una alternativa que no acaba de cuajar entre los universitarios, "que prefieren buscarse un trabajo para ayudarse en sus estudios y vivir con compañeros de su edad, algo que se repite en el resto de universidades andaluzas, donde las cifras de interesados en los alojamientos alternativos son similares a las de Huelva", asegura Pérez Barcia.
En el caso de la convivencia con mayores, el estudiante dispone de vivienda gratuita, si bien debe ocuparse de su manuntención y compartir con la persona mayor -este curso son todas mujeres- los gastos comunes de agua, gas y electricidad, así como colaborar en las tareas de la casa. La Universidad de Huelva se asegura de que el mayor "sea una persona independiente y que cumpla los requisitos para que las universitarias -también son todas chicas- dispongan de lo necesario para el estudio y que se respete el espacio personal".
En estos momentos, dos de las estudiantes están en periodo de prueba y otra tercera, que se ha incorporado más tarde, a la espera de que se le asigne una vivienda, concreta Pérez Barcia, quien señala que se establecen unas dos semanas de prueba antes de firmar el acuerdo de convivencia en el que las dos partes establecen los derechos y deberes. "La Universidad, que previamente ha realizado entrevistas para establecer el nivel de compatibilidad, hace un seguimiento y se encarga de mediar en el caso de que se den pequeños conflictos", asegura la responsable del SACU.
Algo no muy frecuente ya que, como sostiene Guillermina Pérez, los que participan en estos alojamientos alternativos están muy contentos con la experiencia y suelen repetirla: "Los estudiantes consideran valioso lo aprendido y los mayores y sus hijos están tranquilos por estar acompañados, sobre todo por las noches".
En la Casa Paco Girón se encuentran en estos momentos dos estudiantes que aportan 150 euros por una habitación "que incluye también las comidas". Además los universitarios participan en las tareas de la casa y dan apoyo académico a sus compañeros inmigrantes. El perfil de estos jóvenes es el de personas solidarias y abiertas, predispuestas a nuevas experiencias. La Universidad y la Asociación Paco Girón se aseguran de que así sea realizando entrevistas previas y un seguimiento durante el año.
Para facilitar la búsqueda de alojamiento a los estudiantes, la Onubense incluye también en su web hasta 300 pisos, en una lista que renueva dos veces durante el curso. La universidad hace así de intermediaria entre los propietarios y los alumnos. Los interesados en alquilar un piso rellenan un formulario y suben las características del inmueble a la web. La UHU permite un máximo de dos pisos por propietario (no se admiten inmobiliarias) y realiza un filtrado de precios de 150 euros por habitación.
