jueves. 28.03.2024
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Francisco Ibáñez y Pedro Gabo muestran la existencia humana a través del arte

La exposición de pinturas y textos de ambos autores puede visitarse en Punta Umbría
Francisco Ibáñez y Pedro Gabo muestran la existencia humana a través del arte

La exposición de pinturas y textos de ambos autores puede visitarse en Punta Umbría

La Sala de Exposiciones del Teatro del Mar de Punta Umbría acoge hasta este miércoles, 23 de agosto, la exposición 'Náufragos imaginados', una muestra de pinturas de Francisco Ibáñez con textos de Pedro Gabo que desde el pasado día 10 de este mes está encandilando al público y que nace de la necesidad de comunicar la propia experiencia vital a través de lo observado, con ternura, en la ajena. "El paso de los años nos regala la calma necesaria para situarnos como observadores", mientras que "la experiencia vivida, el propio recorrido por los senderos del dolor, nos hacen imaginar los fracasos ajenos con mayor compasión", señala el propio Gabo.

"Estamos ante una pintura que conlleva una narrativa que, sin caer en el dramatismo, nos muestra, con una sensibilidad manifiesta en fuertes contrates de luz y color, un trasunto de la experiencia humana. Quién no se ha sentido un náufrago en algún momento de su vida, quién no ha imaginado alguna vez los naufragios ajenos. El arte, una vez más, como vía expresiva de la emoción y conocimiento de lo humano", añade.

Tal y como indica el autor de los textos de la exposición, "en la muestra podemos encontrar dos partes claramente diferenciadas: en una de ellas aparece expresamente el elemento humano, en la otra tan sólo se intuye, y ambas vinculadas a su vez por la idea central de la incertidumbre y debilidad de la existencia"

"En la primera, sin estridencias -continúa- el pintor nos propone un recorrido vinculado a la idea de naufragio, donde cada obra es una metáfora que nos muestra una amplia variedad de interpretaciones de este tema que nos transportan a la melancolía de lo perdido, de lo irrecuperable".

De este modo, "el recorrido nos permite intuir temas como la inmensa soledad del abandono de una mujer que huye de no sabemos qué; el posible suicida que busca en un faro resistente al oleaje de su desesperación un motivo para

continuar sobreviviendo; amantes que se sienten a salvo del atribulado paseante que siente como la vida le golpea como el rompeolas; veraneos inocentes y llenos de vitalidad cuando todavía no éramos capaces de imaginar el lado amargo y doloroso en la vida; amantes entrelazados después del amor que vuelven a sí mismos tras el espejismo constantemente buscado de la unidad".

En la segunda aparece con entidad propia un grupo de obras que tienen a la ciudad moderna como protagonista, "escenario propicio para la soledad y el naufragio del ser humano contemporáneo, aniquilado en un mar de edificios que lo empequeñecen y anulan. Náufragos en la ciudad, absorbidos por construcciones que nos devoran y entre las que arrastramos nuestras vidas por aceras inhóspitas que no conducen a ningún lugar", indica Gabo.

Aunque las notas de melancolía recorren esta exposición, también es cierto que "el autor apuesta por el naufragio como una oportunidad para empezar de nuevo, para inventarnos otra vida, porque si bien es difícil que antes o después la vida no nos sorprenda con momentos duros, éstos no dejarán de ser una oportunidad para crecer, para conocernos en nuestros límites", subtaya.

"En definitiva, los naufragios son inevitables, pero lo importante es avanzar, no perder el impulso de la lucha por la supervivencia, por la búsqueda de la felicidad, por no dejarnos cautivar por el abismo de la soledad. Esa soledad que

nos arrastra a playas desiertas en las que la vida es sólo desengaño y lejanía del mundo, imposibilitándonos el milagro de la plenitud de ser con los otros", concluye.

Francisco Ibáñez Campos

Nacido en Huelva, comenzó su formación en Punta Umbría en el estudio de la pintora nervense Rosario Moreno, realizando su actividad pictórica únicamente en el entorno familiar.

Lastrado hasta entonces por su daltonismo, hará unos 10 años decidió que su vocación pictórica superaba

con creces la mencionada dificultad cromática, por lo que a partir de entonces dedicó todo el tiempo posible a la pintura, evolucionando hasta presentar esta primera exposición, que ofrece al gran público "con enorme ilusión y voluntad de continuar irrevocablemente el camino ya iniciado".

Pedro Gabo

Licenciado en Filología Hispánica, ha colaborado con diversos periódicos locales como columnista de opinión. Ha impartido diversidad de talleres que han tenido la expresión literaria como eje. Autor de los textos de la obra 'Pasos contra el maltrato', recientemente ha presentado junto a la fotógrafa onubense Juana Martín la exposición

'Auto(bio)retratos2', en la que se combina fotografía y poesía.