jueves. 28.03.2024
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El acuífero de Doñana se mantiene en situación de prealerta y pierde agua desde 1991

La Confederación del Guadalquivir detecta, en su último informe, dos grandes áreas de depresión piezométrica al norte de El Rocío y sur de Villamanrique. WWF se pregunta si las autoridades van a esperar otros quince años para “tomar medidas”.
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El acuífero de Doñana se mantiene en situación de prealerta y pierde agua desde 1991

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir mantiene en situación de prealerta el acuífero de Doñana en su último informe correspondiente al año hidrológico 2016-2017 dado a conocer ahora. La situación no mejora de forma general en los 2.400 Km2 que ocupa la masa de agua y esto sigue siendo preocupante desde el año 1991, cuando la Confederación inició un programa de control de niveles piezométricos (límite de capa freática) del área y asumió el control directo que culminó en 1995 con el establecimiento de la red de control oficial actual elaborada en el seno del equipo de investigación del Patronato del Parque Nacional de Doñana y en la que cada año se miden 273 puntos distribuidos por todo el territorio.

La conclusión del informe, al que ha tenido acceso Diariodehuelva.es, después de analizar las descargas de agua y los índices pluviométricos anuales es clara: De mantenerse el actual grado y modo de explotación de los recursos subterráneos en el acuífero detrítico, “se comprometería su buen estado y el de los ecosistemas terrestres que de él dependen, lo que se refleja en el hecho de que tres de las cinco masas de agua que forman el sistema no alcanzan un buen estado cuantitativo”.

El informe enciende una luz de esperanza y espera la aplicación del Plan Hidrológico del Guadalquivir para frenar y revertir esta situación. Así, confía en medidas como “la disminución de la presión sobre las aguas subterráneas mediante la adquisición de los derechos existentes (finca de Los Mimbrales) en el sector sur del Arroyo de La Rocina (ya ejecutada) y un trasvase (pendiente) de 4,99 hectómetros cúbicos en la parte de la cabecera del Arroyo que linda con la demarcación del Tinto-Odiel-Piedras, a lo que se añade un nuevo trasvase de hasta 15 hm3 de esta demarcación”. Otra medida de la que se esperan buenos resultados es “el incremento de la guardería fluvial y el apoyo en técnicas de telecontrol y teledetección con el fin de que los aprovechamientos se ajusten a los títulos y derechos de uso de agua y la revisión y cotejo de los derechos de uso de agua en masas de agua subterráneas con los aprovechamientos existentes”.

El informe detalla por zonas la situación del acuífero. “En los sectores con un estado piezométrico acorde o algo inferior a la pluviometría están la Zona Norte, Sur de Villamanrique, Abalario, Veta Retuerta, Laguna de Doñana, Marismas, Arroyo de la Rocina y sur de esta área”. Este último es el valor más alto del indicador, 0,52, lo que marca una situación de normalidad”. El informe gubernativo relaciona esta evolución favorable de la masa de agua en la zona con la retirada de la explotación de más de 6 hm3 de derechos correspondientes a la finca agrícola de Los Mimbrales.

Por el contrario, entre los sectores con un estado piezométrico peor que el que puede esperarse de la pluviometría del año hidrológico analizado, el informe presentado ubica “la zona costera, la cabecera norte de La Rocina, norte del Arroyo de la Rocina, Ecotono norte, Norte del Rocío, sector intermedio, sector Norte-Sur de Villamanrique-acuífero libre”. Aquí presenta un valor medio de 0,17 (alerta). Esta zona en peor estado comprende principalmente “sectores con grandes extracciones para el regadío, en ocasiones elevados en relación con los recursos disponibles, lo que provoca un desequilibrio entre ambos, como a otros en los que la extracción es escasa y muy inferior a los recursos”. Según los datos aportados en el informe, “la excepción es la zona costera, con un grado de explotación bajo y que presenta un valor anormalmente bajo del indicador por segundo año consecutivo”.

Finalmente marca el análisis según la pluviometría y la tendencia observada en las zonas estudiadas. Y es aquí donde advierte también una zona con un estado piezométrico acorde con la pluviometría y sin tendencias descendentes en la franja costera y el cordón dunar. Pero señala una zona con un estado piezométrico marcadamente inferior. “Aparecen dos zonas de depresión piezométrica con relación a las cotas medidas en 1995, una situada al norte de El Rocío y otro al sur de Villamanrique. Y finalmente, observa una zona intermedia en la que se incluyen tres sectores con un valor del indicador inferior al que cabría esperar y con una tendencia estadísticamente significativa en el indicador pero no en los niveles piezométricos, zona norte, cabecera norte de La Rocina.

Nada más tener acceso al informe, la organización WWF se pregunta a qué esperan las autoridades políticas para adoptar medidas que pongan remedio a la pérdida constante de aguas subterráneas. El portavoz de WWF, Juan José Carmona, ha calificado de “tímidas” las medidas adoptadas hasta el momento y asegura que Doñana no puede esperar otros quince años, como pretenden, para aportar soluciones. "Es una cuestión de voluntad política en un momento en que las autoridades tienen mecanismos para saber quién, cómo y cuándo se utiliza el agua procedente del acuífero que alimenta el Parque de Doñana para otros fines", insiste Carmona.

Al margen de este trabajo del Grupo de Aguas está pendiente aún el análisis del Plan de la Fresa en la zona, sin duda el más polémico de cuantos afectan al Parque Nacional.