jueves. 28.03.2024
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Un jurado popular juzgará el brutal asesinato del anciano de El Campillo

José Rachón sufrió una muerte violenta a los 78 años víctima presuntamente de un robo que a los ladrones se les fue de las manos
Un jurado popular juzgará el brutal asesinato del anciano de El Campillo

El crimen de José Rachón, el hombre de 78 años cuyo cadáver apareció el 1 de septiembre de 2016 con signos de violencia en la finca que guardaba, ubicada en El Campillo, será juzgado por un jurado popular.

En un auto en enero el Juzgado de Instrucción 2 de Valverde del Camino dictaminó tal decisión pero es ahora cuando la Audiencia Provincial de Huelva ha desestimado el recurso interpuesto por una de las defensas, según reza en el auto judicial, al que ha tenido acceso Europa Press.

Por estos hechos se encuentran en prisión preventiva cuatro varones y un menor, entre 17 y 24 años cuando ocurrieron los hechos, estando ya el menor condenado a seis años en un centro de internamiento y a otros dos de libertad vigilada tras una sentencia de conformidad, al considerarlo la jueza de Menores culpable de un delito de asesinato, de otro de robo con fuerza y otro de robo con violencia, con la agravante de abuso de superioridad, imponiéndole además el pago de una indemnización de 30.000 euros para los hijos de la víctima.

Según reza en el auto, la Audiencia ha desestimado los recursos presentados, los cuales fueron abordados en una vista el pasado 9 de mayo, al mantener que los hechos investigados, según la instrucción realizada, pueden ser calificados como posibles delitos de robo con fuerza, otro de robo con violencia en casa habitada y de asesinato, por lo que correspondería ser juzgados por un tribunal del jurado, tal y como detalló el juez instructor en su auto.

Una de las defensas elevó este recurso al considerar que los mismos no constituían delito de asesinato ni de homicidio sino que se debía "a un fallecimiento accidental", y que lo que se podía imputar era un delito de lesiones en concurso ideal con un delito de homicidio imprudente, no siendo estos competencia de un tribunal de jurado, una cuestión que la Audiencia ha desestimado.

Por otro lado, el otro recurso en el que la defensa pedía que no se utilizara la información hallada en un teléfono móvil que entregó a los agentes la madre de unos de los acusados al principio de las actuaciones, también ha sido desestimado ya que los investigados "reconocieron la autoría de los hechos".

Hace unos meses se realizó en la vivienda, donde apareció el cadáver, la reconstrucción de los hechos del crimen. La misma se llevó a cabo de mano de uno de los adultos y del citado menor, los cuales reconocieron los hechos cuando fueron detenidos cinco meses después, en febrero de 2017, y cuyas explicaciones coincidían plenamente con los indicios existentes, no obstante repartieron más responsabilidad a los demás.

EL MÓVIL, EL ROBO

La Guardia Civil confirmó que el móvil fue el robo, ya que los presuntos autores pensaban que este hombre guardaba en la casa 14.000 euros procedentes de una posible compra y venta de animales o de pienso, una circunstancia que no era real, y únicamente pudieron sustraer 20 euros, un televisor, una motosierra, seis paquetes de tabaco y dos cartillas de ahorro, tras golpear al anciano.

Al respecto, el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, Ezequiel Romero, informó en rueda de prensa de la secuencia de los hechos cuando estos varones fueron detenidos y se mostró convencido de la autoría de estas personas --una de ellas ya estaba en prisión por unos hechos ocurridos en Barcelona--, a la par que aseguró que se esclarecieron tres casos más de robo en los que estos hombres estarían también implicados.

Tal y como la Guardia Civil pudo reconstruir la secuencia, esa misma noche iban estas cinco personas en un mismo vehículo, pero tras pinchar una rueda emprendieron la marcha a pie por el camino que discurre entre los municipios de Minas de Riotinto y El Campillo, para dirigirse a la piscina municipal de la segunda localidad, donde cometieron un robo con fuerza en el interior del bar, apoderándose de algunos comestibles y bebidas, llegando incluso a consumir algunos de ellos in situ, y guardando el resto en bolsas de basura, que ocultaron en las inmediaciones, para continuar acto seguido hasta el lugar del crimen.

Una vez en las inmediaciones de la finca, que guardaba José Rachón, se escondieron alrededor de la puerta y cuando éste abrió recibió un fuerte puñetazo en la cara por parte de uno de los jóvenes, cayendo al suelo de espalda, siéndole imposible su defensa a pesar de portar un palo de fregona, ni pedir ayuda, debido a la superioridad de los agresores y su aislamiento.

Durante casi cuatro horas, mientras unos registraban la vivienda en busca del dinero, otros les golpearon con el fin que les indicara el lugar donde se encontraba, negando siempre el fallecido tener en su poder ese dinero.

Los presuntos autores portaron los enseres sustraídos utilizando un carrillo de obra, que previamente habían robado en la piscina, emprendiendo el camino de regreso a Minas de Riotinto, teniendo que abandonar y esconder el televisor y la motosierra, al encontrarse durante el trayecto con algunos vecinos que paseaban por la vía verde y con un vehículo, pues ya eran las 7,00 horas.