viernes. 19.04.2024
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Proponen la puesta en valor de la aldea abandonada de Las Cañadas

Una propuesta presentada al Ayuntamiento de Galaroza por parte de la Asociación Lieva busca la limpieza y recuperación de este patrimonio cachonero
Proponen la puesta en valor de la aldea abandonada de Las Cañadas

Una propuesta presentada al Ayuntamiento de Galaroza por parte de la Asociación Lieva busca la limpieza y recuperación de este patrimonio cachonero

El Ayuntamiento de Galaroza ha recibido un proyecto para la puesta en valor de un patrimonio perdido desde hace muchos años. Se trata de la aldea de Las Cañadas, que Galaroza recibió entre otras tras su independencia en 1553. ‘Las Cañás’, como se conoce en el pueblo, dejó de estar habitada a mitad del siglo XX, aunque aún quedan restos de edificaciones. La idea procede de Jesús Sánchez García, colaborador de la Asociación Cultural Lieva, colectivo que ha convertido el planteamiento inicial en un proyecto de actuación que pretende poner en valor este lugar. A partir de su limpieza y reacondicionamiento, se quiere rescatar este patrimonio cachonero.

El proyecto de Jesús Sánchez propone dos fases, la primera de limpieza de maleza forestal, con tareas de desbroce, tala y quema de matorral y árboles muertos que ocultan en su mayoría los restos de las viviendas que conformaron la aldea.

Tras esta jornada, para la cual se convocaría a voluntarios colaboradores, se plantea el adecentamiento de la aldea, con pautas de mantenimiento, señalización, colocación de plantas ornamentales y árboles frutales, paneles informativos y otras medidas que la conviertan en un punto de disfrute turístico de actividades y del medio natural.

El objetivo final, según Jesús Sánchez, es “convertir la aldea en un punto de interés turístico por el que se pueda transitar y observar cual era la distribución urbanística de casas y huertas, y ofrecerla como un nuevo atrayente turístico para Galaroza, al estar, además, conectado al municipio por un sendero de gran interés”.

En el futuro, en este espacio podrían llevarse a cabo proyectos de dinamización cultural con actividades como pequeños conciertos de música, exposiciones, representación de tradiciones, obras teatrales, observación astronómica, recolección de frutos, rutas etnobotánicas o mercadillos de productos ecológicos.

Podrían proponerse, según Sánchez, actividades de deporte, aventura y naturaleza, aprovechando el sendero que conecta la aldea con Galaroza, así como escalada sobre la cascada de agua que existe cerca, y otras de sensibilización y educación ambiental.

La pequeña aldea se encuentra en un estado ruinoso y de total abandono. Cuando Galaroza obtuvo su título de villa en 1553 de manos del rey Felipe II, que firmó en nombre de su padre, el emperador Carlos V, se le otorgaron seis aldeas, concretamente las de Cortegrullo, Las Cañadas, Las Vegas, Fuenteheridos, Las Chinas y Navahermosa. Las tres primeras se fueron quedando despobladas durante las fuertes migraciones del siglo XX, mientras que Fuenteheridos fue aldea de Galaroza hasta el siglo XVIII y las dos últimas aún se mantienen bajo su jurisdicción.