Un onubense pone en marcha un proyecto humanitario en Uganda
Un onubense ha emprendido un proyecto humanitario en Uganda. Se trata de Fabián Jowers, natural de Minas de Riotinto, que ha puesto en marcha el programa Tunga con el objetivo ayudar a las personas con tungiasis, una enfermedad con "efectos brutales" que, si no se trata, impide a los afectados poder caminar, ponerse de pie o incluso sostener algo con las manos, tal y como advierte el propio promotor del proyecto.
La iniciativa se desarrollará inicialmente en la pequeña aldea remota de Kikuta, en el distrito de Mityana, del centro de Uganda, donde este riotinteño, hijo de ingleses que se instalaron en Riotinto a mediados del siglo pasado, espera, en la medida que se lo permita la financiación, proporcionar equipos médicos y suministros necesarios para el tratamiento de la enfermedad.
Todas las personas que estén interesadas en sumarse a este proyecto pueden colaborar a través de donaciones, suministros médicos o convirtiéndose en voluntarios, para lo que pueden contactar con Jowers a través de la dirección de correo electrónico [email protected].
El promotor del proyecto alerta sobre los graves peligros de esta enfermedad, provocada por las pulgas denominadas 'chigoe' o 'tunga penetrans', que se alimentan de pies y manos humanas, para lo que destruyen el tejido. El problema, según relata el propio Jowers, es que la mayoría de los aldeanos afectados están sumidos en la pobreza y muchos de ellos son agricultores, con lo que, al no poder sostener ni una azada, pierden todos sus recursos, a lo que se une el hecho de que, añade, "las pulgas pueden provocar infecciones secundarias como el tétanos o incluso VIH".
Fabián Jowers, junto a su mujer, la francesa Elisabeth Michot, ya puso en marcha otro proyecto humanitario en Uganda con el que lleva cosechados grandes éxitos. Se llama 'Música para salvar vidas', con el que ayuda a jóvenes huérfanos con los que forma grupos musicales que han actuado por toda Europa. Gracias a lo recaudado en esas actuaciones, muchos de estos niños y niñas han acabado sus estudios en Europa o puesto en marcha empresas en la misma Uganda.
