jueves. 25.04.2024
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El Club de Mayores Cristina Pinedo pierde casi la mitad de sus socios tras 8 meses esperando un bar

El Club de Mayores se ha reducido de 1.400 a 800 socios ante la falta de una cafetería, esencial para reunirse, y que está a la espera del cambio de titularidad de la Junta al Ayuntamiento
El Club de Mayores Cristina Pinedo pierde casi la mitad de sus socios tras 8 meses esperando un bar

Los mayores del Centro Social Cristina Pinedo de Huelva están indignados porque llevan ocho meses esperando a que se abra el espacio que rige la vida social del centro: el bar cafetería donde acudían a tomar café por las mañanas y por las tardes y a almorzar de menú. Más que un bar para ellos es donde acuden a socializar y echar un rato con los vecinos. Tan importante es que el centro ha pasado de tener 1.400 socios a 800. En el Centro Social Cristina Pinedo están también los Servicios Sociales de la zona.

El motivo del retraso en la apertura, según apuntan desde el Ayuntamiento, es el papeleo que supone cambiar la titularidad del bar de la Junta de Andalucía al Consistorio. Así se lo han hecho saber a los vecinos en reiteradas ocasiones y aseguran a diariodehuelva.es que el trámite está por fin resuelto y que probablemente hoy vayan a limpiar el espacio.

Pero los socios creen que ocho meses es mucho tiempo para el trámite y no se fian, por lo que han convocado para hoy una concentración para reivindicar su ansiada cafetería. El presidente del Club de Mayores Cristina Pinedo, Jacinto Benítez -a la derecha en la foto que ilustra la información junto al vicepresidente, Pepe Almeida-, explica que los socios no hacen más que preguntar cuándo estará el bar y ellos no saben ya qué responder después que desde el Ayuntamiento les digan una y otra vez "dentro de una semana".

Según explica Benítez, el bar cafetería "ha estado asignado durante 20 años a un tal Domingo y funcionaba estupendamente porque entendía y atendía muy bien a los mayores". Pero hace tres años la Junta sacó a subasta la concesión y la ganó una persona que pagada 400 euros mensuales de alquiler. "A partir de ese momento -señala Jacinto Benítez- todo empezó a ir mal, había cucarachas, el aceite era a granel, rellenaban las dosis de mantequilla con las sobras y los que es peor, trataban mal a los mayores, incluso a un hombre ciego que esperaba a que su mujer hiciera gimnasia en el centro le hicieron levantarse porque decían que las sillas eran exclusivas del bar". Ante esta situación, la asociación mandó escritos a la Delegación de Asuntos Sociales de la Junta y al Ayuntamiento, que les convocaron a una reunión para tratar el asunto.

Después de dos años y medio, en julio venció el contrato y el concesionario se marchó, no sin antes "destrozar la cocina y llevarse la puerta, los fregaderos y los enchufes, algo por lo que ha sido denunciado", explica el presidente de la asociación de mayores visiblemente indignado. Fue entonces cuando la Junta decidió ceder la titularidad del bar al Ayuntamiento, lo único que no es municipal en el Centro Social Cristina Pinedo. Y en ello han estado estos ocho meses. Según les han informado desde el Consistorio, la concesión ya está hecha, "al parecer a la Escuela de Hostelería Virgen de Belén", concreta Benítez, a falta del cambio de titularidad.

Esta espera ha deteriorado la actividad del Club de Mayores hasta el punto que ha disminuido casi a la mitad el número de socios -de 1.400 ha pasado a 800-. Y es que, como comenta su presidente "no se trata de una cafetería de barrio, es el bar de un centro social y está para que ellos disfruten". Aquí, los mayores no sólo se relacionan, sino que pueden tomarse un café por 80 céntimos y comer un menú por 4,25, unos precios acordes con las pensiones que perciben. No se trata de un capricho, sino de una necesidad.

Por eso insisten, porque el centro ha perdido la vida que tenía y con él también los mayores. Por eso van a concentrarse, porque no quieren esperar ni una semana más.