María Teresa Paús: "El Molino de la Vega tiene carencias, pero esto no es el Bronx"

"El barrio del Molino de la Vega tiene carencias y problemas que hay que solucionar, pero esto no es el Bronx". Con esta afirmación, la presidenta de la Asociación de Vecinos Nuevo Molino, María Teresa Paús, sale al paso de la denuncia hecha por uno de sus vecinos en este mismo diario en la que decía que la barriada es "un nido de prostitución, delincuencia e inseguridad". Paús reconoce que no puede decirse que la denuncia del vecino sea mentira, pero considera que tal y como está expuesta puede causar alarma y precisa matizaciones.

"Es verdad que existe la prostitución y comprendo que a la gente le moleste", señala la presidenta vecinal, que explica que así se lo hizo saber al concejal de Seguridad, Enrique Gaviño, quien le aseguró que se está actuando en la zona, "pero no puedes quitar a la gente por el mero hecho de estar en la calle, la Policía puede pedir el carnet de identidad, pero poco más". Paús concreta que hay unos solares que son de propiedad privada donde las prostitutas se meten con sus clientes y desde las ventanas colindantes se ve perfectamente la operación. "Es feo y desagradable, pero no sé si se puede prohibir -señala Paús-. La asociación explica lo que pasa, protesta y exige, pero el Ayuntamiento tiene sus límites".

También es verdad que están acostumbrados a dejar los preservativos tirados y eso "no se puede consentir, la solución es que alguien de limpieza lo recoja", asegura la representante vecinal, quien señala que "con estos fríos, rompen los palés y hacen candelas, eso sí lo han prohibido porque puede generar incendios y olores tóxicos para los vecinos. Hay motivos para criticar porque es desagradable, pero no podemos hacer más".

"No hay más inseguridad que en otros lugares de la ciudad"

Con lo que ya no está tan de acuerdo María Teresa Paús es que la inseguridad y la delincuencia sean algo cotidiano en el barrio. "Inseguridad no hay ni más ni menos que en otros lugares de la ciudad. Hay gente durmiendo en los cajeros y puede ser desagradable a la vista o generar inseguridad, pero no hacen daño a nadie". También apunta que pueden darse episodios aislados de gamberrismo, de romper espejos de los coches, pero no inseguridad como tal. En el barrio hay gorrillas, "pero no son problemáticos y no ha habido quejas", apunta quien se pone a sí misma como ejemplo de haber sufrido en sus carnes la inseguridad en tiempos pasados: "A mí me han robado muchas veces antes de que llegase la democracia y hace muchos años me atracaron con una pistola en la farmacia" (María Teresa Paús es farmacéutica).

Como en el resto de barriadas, en el Molino de la Vega, donde viven unos 14.000 vecinos, faltan aparcamientos, aunque Paús señala que hay plazas de parking en alquiler que los vecinos no pueden o no quieren pagar "y también hay quien quiere aparcar en la puerta de su casa y eso no puede ser".

"La limpieza de las calles no está bien del todo, pero está mejor"

Según la presidenta vecinal, "tras haber pasado una racha muy mala de limpieza, y aunque no está bien del todo, ahora está mejor". El motivo es que el Ayuntamiento ha puesto una cuadrilla que va supervisando aquellas zonas a las que los barrenderos no llegan. A juicio de Paús, el hecho de que la barriada no acabe de verse limpia se debe "a la falta de conciencia de los vecinos y a los dueños de los perros, que son una lacra". "Si hubiera un tiempo vigilancia exhaustiva y multas, recaudarían dinero las arcas municipales y se quitaría eso; que no se puede o no se quiere hacer, que no hay personal, que es impopular, no lo sé, pero tengo claro que como no sea así la gente no responde", sostiene quien llama la atención a los dueños cuando los perros defecan en la calle. "¿Y sabe qué me responden? Que para eso pagan sus impuestos. Yo les contesto que también los pago, pero no para limpiar la mierda de sus perros, aunque tengo que reconocer que poco a poco la gente está llegando con sus bolsitas".

El Paseo de las Palmeras contaba hace poco con una zona canina, "pero no los metían allí porque decían que cogían garrapatas, por lo que las cacas estaban alrededor", sostiene la representante de los vecinos. Ahora han puesto una residencia de día, lo han quitado de allí y han trasladado a otro lugar y "tampoco lo utilizan".

Tampoco responden muchos vecinos al horario de recogida de basuras, según Paús: "A la gente no se le ocurre plegar los cartones sino que los dejan allí, lo que da aspecto de suciedad, ¿que tiene la culpa el Ayuntamiento? Pues no, ¿Y la asociación de vecinos? no". Si bien reconoce que el centro "está de un lujo y aquí tenemos que pedir cuando nos toca el turno de limpieza, pedir un calendario para saber cuándo me toca el turno. Al Ayuntamiento le he dicho que estamos en el centro de Huelva y pagamos la contribución como tal y tenemos que tener unas prestaciones de acuerdo con los impuestos que se pagan". Las palmeras tienen que esperar cuando hay presupuesto para podarlas, se va haciendo poco a poco.

Hay algunos solares particulares que están sin limpiar y ha habido problemas de sarna y de tiña con los gatos, si bien se ha denunciado y se ha puesto remedio.

"Para el próximo plan de asfaltado estamos los primeros"

El Molino de la Vega precisa un buen asfaltado, "que está pedido por activa y por pasiva", sostiene Paús. "Hace un año, cuando el plan de asfaltado le dije al concejal Luis Albillo: Me toca, me toca. Me dijo que arreglarían una calle prioritaria, la Costa de la Luz. No se hizo. Este año he vuelto a insistir y tampoco, así que en el tercer plan tenemos el número uno".

La asociación de vecinos Nuevo Molino es de las que más cursos de cultura en los barrios tiene, hasta una veintena. Además, los vecinos pagan gimnasia de mayores, pilates y ajedrez. También prestan las instalaciones para sus ensayos al grupo de Teatro Amitrea, la Orquesta Vita, dos agrupaciones de Carnaval, el club deportivo, la asociación de mujeres y de mayores.