José Antonio Cortés: “Queremos dialogar para cambiar si es necesario las directrices que rigen el Parque Natural”

En las últimas semanas, la problemática urbanística de la aldea alajeña de El Calabacino ha ocupado muchos espacios en los medios de comunicación y ha sido debatida en medios judiciales y políticos. Esta pedanía de Alájar está poblada mayoritariamente por personas que han construido una organización social y unas formas de vida que pretenden mantener por sus valores ecológicos, pero que choca en ocasiones con la normativa vigente. El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en Huelva, José Antonio Cortés, contesta a las preguntas de Diario de Huelva y cuenta a nuestros lectores los intentos por desbloquear esta situación.

• ¿Cómo se encontró esta problemática urbanística de El Calabacino cuando llegó a la delegación, hace apenas seis meses?

Es cierto que desde hace unos meses estoy recibiendo información de primera mano y manteniendo encuentros para tratar de poner luz a la situación, pero conozco el problema desde hace años. Hay que tener en cuenta que desde 2005 hay expedientes abiertos por irregularidades en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Como habitante de la Sierra y como político tenía ya constancia de ello e, incluso, una opinión general que se mantiene después de conocer los detalles. Todas las formas de vida son respetables, y más aún las que se basan en la naturaleza, pero deben estar dentro de la ley porque es la que nos hace iguales en derecho y deberes. Si no se está de acuerdo con una normativa hay que tratar de cambiarla, pero no transgredirla. Y, precisamente, las normativas es espacios naturales son susceptibles de cambio con flexibilidad si hay acuerdo.

• Recientemente se ha celebrado una reunión con los representantes de los vecinos y el director del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, Antonio José López, para desbloquear la situación. ¿Qué decisiones se han tomado?

Hemos transmitido a los vecinos nuestra vocación de llegar a acuerdos para que en el futuro las normas de convivencia, en este caso urbanísticas, tradicionales, culturales…, satisfagan a todos. Se puede dialogar y cambiar las directrices de los documentos que rigen el Parque Natural si es necesario. Existen vías para ello. Este es nuestro compromiso. En el apartado judicial, en el que se engloban las actuaciones que ya se llevan a cabo, no podemos entrar. En su día, Medio Ambiento abrió los correspondientes expedientes a partir de las denuncias de los agentes, que observaron irregularidades. Después tomo parte la Fiscalía, por lo que los expedientes quedan de momento en suspenso. Ahora son los jueces los que tienen que pronunciarse. Nosotros somos muy respetuosos con este proceso, y con todos los que están en el juzgado.

• La actuación de la fiscalía de Medio Ambiente, al actuar de oficio con dureza, ha sido cuestionada desde la aldea y diversos ámbitos. ¿Cómo la calificaría?

En la línea de lo expuesto anteriormente, no entramos a valorar lo que haga la Fiscalía. Nosotros colaboramos con las instancias judiciales y nos preocupamos de los problemas de los ciudadanos tratando de encontrar el mejor consenso con vistas al futuro.

• Una de las aristas más delicadas en esta problemática es la imputación de la alcaldesa de Alájar, Carmen Osorno. ¿Cómo quedaría esta situación procesal?

Sin querer ser muy reiterativo, marcamos una frontera entre la gestión política y el proceso judicial, así que poco tenemos que decir desde la Junta de Andalucía.

• ¿Considera que estas formas de vida aportan valores positivos a la conservación del Parque Natural serrano?

El Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche tiene una forma de vida muy definida desde hace muchos años, tanto de la perspectiva natural como cultural. Y esto engloba al urbanismo y a los modos de relación entre los serranos. Antes de la ocupación por parte de estos vecinos ya había una identidad que casa muy bien con el medio ambiente. Esto no quiero decir que no se pueda innovar, pero siempre atendiendo a un orden, el que proporciona la ley, y con el consenso de los demás. La Junta de Andalucía, de acuerdo a sus competencias, vela por la conservación del espacio natural, con todos sus esfuerzos. La implicación de los ciudadanos es fundamental, en el marco que establecen los técnicos y expertos para conservar todos los valores autóctonos.

• Si se extienden posicionamientos similares al de los vecinos de El Calabacino, ¿podría llevar a una modificación de la normativa urbanística y medioambiental?

No es cuestión de que se extienda o no. Es cuestión de que tenga encaje legal y técnico. Una práctica es ilegal o no independientemente de que la realice uno o miles de ciudadanos. Y por supuesto que se pueden hacer modificaciones, como dije anteriormente. Existen plazos para presentar alegaciones en los documentos que recogen las normativas en los espacios protegidos, como he comentado anteriormente. Lo que no es posible es quebrantar la normativa cuando está en vigor y querer cambiarla al margen de los mecanismos establecidos.

En concreto, estamos en la actualidad con las consultas previas para la modificación del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), paso previo a su redacción, para la que la Junta Rectora del Parque Natural abrirá un periodo de información pública. Por otra parte, recuerdo a pesar de que no son nuestras competencias que se pueden hacer alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alájar. Como queda claro, hay mecanismos legales para modificar las normativas si así se hace necesario y está justificado.