jueves. 18.04.2024
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El Ayuntamiento tiene paralizado desde 2014 el Foro de Salud Pública de la Ría de Huelva

La Sociedad Española de Epidemiología y el Defensor del Pueblo recomendaron hace cuatro años la constitución del Foro de Salud Pública de la Ría de Huelva para establecer un canal de comunicación e intercambio de información sanitaria en los distintos organismos de la Junta de Andalucía y los grupos y asociaciones ciudadanas más representativos de Huelva.
El Ayuntamiento tiene paralizado desde 2014 el Foro de Salud Pública de la Ría de Huelva

La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) redactó hace casi cuatro años a instancias de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz un extenso informe y un decálogo de recomendaciones para abordar la situación de interés social y alarma ciudadana surgida tras la constatación y publicación de abundantes estudios médicos y científicos que certificaban el exceso de muertes por cáncer en la ría de Huelva y su entorno. Los estudios conocidos y publicados no establecían en ese año una relación causa-efecto en Huelva entre las emisiones de las fábricas químicas y la enfermedad.

Una de las recomendaciones que tenía mayor incidencia en la vida municipal y por tanto mayor facilidad para su puesta en marcha era la constitución de un Foro de Salud Pública de la Ría de Huelva que suponga un canal estable de comunicación e intercambio de información sanitaria en los distintos organismos de la Junta de Andalucía y los grupos y asociaciones ciudadanas más representativos de la ciudad de Huelva.

Este organismo debería haber sido impulsado por el Ayuntamiento de Huelva pero a día de hoy ni siquiera ha sido constituido formalmente ni nombrados sus integrantes y participantes y mucho menos convocada reunión alguna para analizar la situación advertida por la Sociedad Española de Epidemiología y el Defensor del Pueblo Andaluz.

Es más, el Ayuntamiento ha retirado a su personal técnico del único foro ciudadano que abordaba y analizaba la situación sanitaria concreta de su población, el de Pérez Cubillas. El barrio donde la inquietud es mayor por la cercanía de los fosfoyesos, a apenas 400 metros de las casas, y donde llegan con asiduidad las filtraciones procedentes de este vertedero tóxico y peligroso al aire libre. Precisamente en este foro vecinal impulsado por la Coordinadora de Pérez Cubillas es donde se había planteado insistentemente la realización de un estudio epidemiológico sobre la población allí asentada.

Lo único que se conoce del interés municipal en el foro ciudadano fue una foto tomada el pasado 20 de junio de 2017 durante una reunión del Consejo Local de Salud en la que mostraba su determinación a formar parte de las medidas propuestas por la Sociedad médica española. Ya posteriormente, desde Izquierda Unida se llevó una moción en este sentido avisando de la carencia de este organismo de coordinación municipal que no arrancaba sus trabajos ni con el final de la anterior Corporación ni tampoco en el mandato de Gabriel Cruz, que ya va por su tercer año. Una iniciativa, la convocatoria del Foro, que vuelve ahora a llevar al Ayuntamiento.

Se da la circunstancia de que informes medioambientales y sanitarios comprometidos por las consejerías de la Junta de Andalucía si están conociéndose.

El último estudio publicado de los varios que están por salir a la luz ya advierte y relaciona por primera vez la emisión de partículas ultrafinas de origen industrial químico con una mayor tasa de mortalidad en Huelva. Procede del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y ha sido financiado por el Subprograma de Proyectos de Investigación en Salud del Instituto Carlos III.

La bibliografía científica en este sentido es abundante respecto a otras zonas fabriles estudiadas y analizadas en países como Estados Unidos. En este caso, el trabajo ha sido dirigido por el investigador del CSIC Aurelio Tobías, con el que han colaborado investigadores de la Universidad de Huelva como Jesús de la Rosa, Ana María Sánchez de la Campa y Rocío Fernández Camacho. Algunos de ellos ya participaron en los informes analizados en la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz hace cuatro años.

Entre las recomendaciones recogidas hace cuatro años en el Dictamen está “la realización de un estudio epidemiológico de carácter prospectivo, con especial énfasis en la biomonitorización de los contaminantes en los habitantes en las áreas de interés para determinar la exposición real de la población e integrar en dicho estudio de cohortes pequeños estudios anidados en colaboración con las autoridades responsables de la vigilancia de la contaminación ambiental para evaluar el impacto de las emisiones contaminantes sobre los niveles de dichas sustancias en la población”.

Otra de las recomendaciones del informe es abogar por “potenciar los sistemas de vigilancia y alerta de situaciones meteorológicas, algo que viene sucediendo con frecuencia, y  que puedan producir elevadas concentraciones de contaminantes sobre la población del entorno de la Ría de Huelva, así como la vigilancia de un mayor número de parámetros ambientales, ya estén o no legislados”.  Una medida que está muy avanzada y desarrollada en colaboración con la Universidad de Huelva.

El documento cree necesario “iniciar la operatividad de herramientas de pronóstico de impacto de las emisiones al aire de las industrias en el entorno de la Ría de Huelva, y en especial en la ciudad, para minimizar el efecto de elementos tóxicos, y en especial del arsénico, en la ciudadanía”.

El Dictamen pedía también “apoyar a los servicios de prevención de las grandes mutuas de empresas para que realicen, en colaboración con investigadores independientes, estudios de cohortes retrospectivos para calcular tasas absolutas y proporcionales de su morbi-mortalidad e incorporar marcadores de exposición a medio plazo en los sistemas de vigilancia de la salud para agentes químicos asociados con enfermedades crónicas”. Y recomendaba “aumentar la explotación de fuentes de información existentes, como las de morbilidad hospitalaria o incidencia de cáncer, que permitirían, por ejemplo, ofrecer datos sobre frecuencia de enfermedades en las áreas de interés, respecto de áreas similares pero sin presencia destacada de contaminación ambiental en su entorno”.

Evaluar el coste de la restauración de la zona minera para frenar el drenaje de aguas ácidas de minas abandonadas en el Tinto y Odiel, fortalecer la vigilancia y el cumplimiento de la normativa sobre protección medioambiental y seguridad alimentaria en la zona de la Ría de Huelva y evitar que productos sin control alimentario procedentes de zonas prohibidas de pesca puedan llegar a los locales de restauración o a vendedores ambulantes fueron otras de las recomendaciones del Dictamen.

Y en lo que atañe a las balsas de fosfoyesos recalcaba que “en el caso de la recuperación del espacio ocupado por los fosfoyesos, monitorizar especialmente la captación de metales y radiactividad en el ecosistema de la cubierta vegetal”.