viernes. 29.03.2024
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"Los policías viven los 20 peores minutos de las vidas de otros"

He visto el maltrato y la violencia entre personas que un día se prometieron amor, entre padres e hijos, entre hermanos y entre amigos.
"Los policías viven los 20 peores minutos de las vidas de otros"

Reflexiones de un policía veterano

En todos los años de servicio he visto todo lo que vosotros nunca veréis y más de lo que nadie debería ver nunca: se como es el olor de la sangre, de un cuerpo putrefacto o quemado… ( He visto casi cada tipo de muerte que pueda existir, más de las que podáis imaginar, esos olores e imágenes los recuerdas durante el resto de tu vida, ); he entrado en un domicilio a detener a tíos que miden más que tú y te están esperando con todo tipo de armas; he detenido traficantes de droga, violadores, he estado en más peleas de las que puedo contar, he aguantado escupitajos, insultos, vómitos; he perdido amigos y compañeros, he caminado ese largo paseo hasta la puerta para decirle a una madre, padre, esposa, hijo o familiar que su ser amado nunca volverá a casa.

He aguantado la agonía verbal e incluso las amenazas de esa pobre gente que no puede aguantar su dolor y lo proyecta contra la primera persona que puede, el mensajero de la noticia, yo.

He visto el maltrato y la violencia entre personas que un día se prometieron amor, entre padres e hijos, entre hermanos y entre amigos. He visto los actos más crueles y mezquinos del ser humano. He visto la enfermedad y la vejez, he ayudado a levantarse al caído y he socorrido al enfermo. Si fallo en mi trabajo, o aún sin fallar, puedo ser fácilmente denunciado ante una justicia que no me ampara, poniendo en riesgo mi trabajo, mi familia y mi propia vida. Como un compañero una vez me dijo: "Los policías viven los veinte peores minutos de las vidas de otros".

Sí. He escuchado de amigos y familiares como "la Policía no hace nada" como "nos quedamos con droga" con "el dinero de las multas" como "maltratamos y torturamos a los detenidos" o como "llegamos tarde a propósito"…

He visto a mi mujer escatimar y arañar intentando sacar adelante a dos niños con el sueldo de un policía. He visto a mis hijos aguantarse cuando se dieron cuenta de que no podía ir a sus actos escolares porque "Papá no tiene un horario normal". He visto también a mis hijos llevar una carga que no deberían haber llevado, cuando uno de sus compañeros o amigos ha dicho que "Todos los policías

son unos hijos de puta y deberían estar muertos". A eso no hay derecho. He trabajado noches, fines de semana y vacaciones, noche viejas, navidades, mientras tu estabas cómodo y seguro en tu casa con tu familia.

He visto las caras de niños que estaban perdidos y que mis colegas y yo tuvimos el privilegio de devolverles a los brazos de su desesperada madre. He visto hemorragias que he sido capaz de parar, fracturas abiertas con gritos desgarradores que tuve que sujetar, corazones a los que he sido capaz de dar una segunda oportunidad para volver a empezar y a las víctimas de tantas otras cosas que hemos sido capaces de proteger. Tengo grabadas en mi mente las caras de las personas cuyas vidas salvamos.

Sí, tengo historias de éxito… y de fallos. Tengo noches en las que no puedo dormir, simplemente porque veo las caras de los que no pude ayudar, porque no llegue a tiempo o simplemente porque pienso en un "y sí…" para cada caso en que fracasé . Y si usted nunca ve una milésima parte de esto, es porque la policía no ha hecho bien su trabajo…

Un saludo.

 Policía local de Ayamonte