jueves. 25.04.2024
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Opinión

La plurinacionalidad y el PSOE

La plurinacionalidad y el PSOE

Es ya evidente la recuperación interna del PSOE y la renovación programática, emanada de su reciente 39 Congreso Federal. El Partido Socialista ha conseguido acrecentar la ilusión de militantes, simpatizantes y votantes e intensificar su participación directa, tanto en asuntos orgánicos como institucionales, y el consiguiente aumento de la confianza ciudadana en su proyecto.

Sin embargo, la presión mediática, que mayoritariamente defiende los intereses del insolidario neoliberalismo capitalista, cada día más opuesto al blindaje y crecimiento del Estado del Bienestar, objetivo inexcusable del PSOE, continúa su campaña de acoso y derribo a la nueva Comisión Ejecutiva Federal, presentando a los socialistas divididos y enfrentados. Para ello, sigue utilizando su habitual modo de falsear la realidad, manipulando sistemáticamente frases de sus dirigentes, sacadas de contextos. En estos momentos, las “palabras mágicas” utilizadas son “plurinacionalidad” y “nación de naciones”.

Pues bien, la “plurinacionalidad” del Estado Español y la España como “nación de naciones” son conceptos veteranos en el PSOE, como demuestran tanto documentos de debate como resoluciones orgánicas.

Empezando por el final, la Comisión 1ª de la Ponencia Marco, “Marco Estratégico, Ponencia Política y Social”, que aprobó el 39 Congreso Federal y que, por lo tanto, es de obligado cumplimiento para toda su organización y militancia, dice textualmente en su apartado “Un modelo territorial estable y equilibrado” que “el federalismo, con sus premisas de cooperación, colaboración, solidaridad y lealtad institucional e interterritorial, como se defiende en nuestra “Declaración de Granada”, puede y debe ser la solución de una España orgullosa de su diversidad y comprometida con el autogobierno de las Comunidades Autónomas que la integran”.

La renombrada “Declaración de Granada” del año 2013, que sólo es un importante documento de trabajo para ayudar a construir un modelo de Estado Federal, que sea el mejor posible y el más aceptado por toda la ciudadanía española, estuvo basada en un documento que la “Fundación Socialista Alfonso Perales” encargó en el año 2012 y en el que participaron José Antonio Pérez Tapias y Gregorio Cámara Villar, Secretario de Libertades y Política Territorial de la actual Comisión Ejecutiva Regional del PSOE-A, con el objetivo de poder conducir la territorialidad de España desde el Estado de las Autonomías al Estado Federal. Pues bien, en tal documento previo a la llamada “Declaración de Granada” se asegura que el federalismo debe ir de la mano de un concepto “plurinacional del Estado”.

Retrocediendo históricamente al año 2010, el ex presidente Felipe González y la ex ministra Carme Chacón defendieron la idea de España como “nación de naciones”, entendiendo que ello era bueno para la estabilidad y el desarrollo de su modelo territorial.

También se ha interpretado torticeramente por muchos el adjetivo “asimétrico”, aplicado al Estado Federal, con el objetivo de exponer falsas divisiones internas en el PSOE sobre tal modelo de Estado. Nada más lejos de la realidad, porque todos los socialistas defienden la misma España, su unidad, pero también su diversidad, es decir, su asimetría, basada en razones geográficas, lingüísticas, culturales e históricas.

Si seguimos retrocediendo en el tiempo, topamos, como ejemplo de lo dicho, con los hitos históricos vividos en Andalucía los días 4 de Diciembre de 1977 y 28 de Febrero de 1980, cuando el pueblo andaluz reivindicó en la calle su autonomía política, proceso iniciado durante la Segunda República y truncado al final del mismo por el fascista golpe de Estado. ¿Qué exigía el pueblo andaluz entonces? Un autogobierno que, sin romper la unidad de España, le permita gestionar su propia diversidad geográfica, cultural e histórica.

Aún más atrás, la propia Constitución Española de 1978 consagra el Estado de las Autonomías. Ya en su preámbulo alude a “los pueblos de España”. En su artículo 2 reconoce el derecho a la autonomía de “las nacionalidades y regiones” que integran España. Parece, por lo tanto, sin duda, que la propia Constitución de 1978 está más cerca de la “plurinacionalidad” y de la España como “nación de naciones” que los actuales medios de comunicación 39 años después. Esta fórmula es obra del socialista segoviano Anselmo Carretero (1908-2002), federalista, quien proclamaba en su obra “Las nacionalidades españolas” que la pluralidad de sentimientos de pertenencia es consustancial a la historia de España y que ésta aparezca como “nación de naciones” no debería desagradar a ningún español. Él ni siquiera establece distinción entre nacionalidades y regiones, porque todas merecen el nombre de “nación, que se integra en una nación mayor”.

Finalmente, Antoni de Capmany de Montpalau i de Surís escribió en su panfleto “Centinela” (1808), dirigido a movilizar a los españoles contra los invasores franceses que “¿Qué sería ya de los españoles si no hubiera habido aragoneses, valencianos, murcianos, andaluces, asturianos, gallegos, extremeños, catalanes, castellanos...? Cada uno de estos nombres inflama y envanece y de estas pequeñas naciones se compone la masa de la gran Nación, que no conocía nuestro conquistador, a pesar de tener sobre el bufete abierto el mapa de España a todas horas”.

El PSOE, partido fundador e integrado en la Internacional Socialista o Segunda Internacional, es contrario a cualquier tipo de nacionalismo excluyente, sea éste de carácter independentista o centralista.

El PSOE, por lo tanto, jamás defenderá la “España Una, Grande y Libre” del nacionalcatolicismo fascista ni la independencia de ninguno de los pueblos de España, sino su unidad en la libertad, la igualdad y la solidaridad de todos los españoles, independientemente de su lugar de procedencia o residencia. Pero, también y simultáneamente, como siempre hizo durante sus 138 años de historia, seguirá luchando por la España diversa y plural.

Hoy, de acuerdo con sus resoluciones aprobadas en el 39 Congreso Federal, el PSOE, con el empuje de todos sus militantes, simpatizantes y votantes está obligado a emprender el camino de convertir España en un Estado Federal, que, en base a la soberanía nacional, respete su unidad, como garantía de la igualdad de derechos y deberes políticos y sociales de todos los españoles, y defienda su plurinacionalidad, como aval de su diversidad por razones geográficas, lingüísticas, culturales e históricas.