viernes. 19.04.2024
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El tercer año más catastrófico desde que hay registros: 9.675 hectáreas quemadas

Las 8.646 hectáreas calcinadas en el incendio de Moguer han inclinado la balanza hacia el desastre, tan sólo superado por las cifras de 2004 y 1991
El tercer año más catastrófico desde que hay registros: 9.675 hectáreas quemadas

Este verano está siendo especialmente virulento en lo que a superficie quemada en Huelva por incendios forestales se refiere. Es más, si lo comparamos con los últimos 26 años de los que se tienen datos, tan solo es superado por 2004, cuando el fuego arrasó en Minas de Riotinto 29.867 hectáreas en el mayor incendio de toda España desde que hay registros; y por 1991, cuando se destruyeron 16.726 hectáreas. En lo que va de año han ardido 9.675 hectáreas de arbolado y matorral (no se contabiliza el pasto porque crece con facilidad) en 81 siniestros, de los que 42 se han quedado en conatos (menos de una hectárea).

Este 2017 ha roto la tendencia de descenso de hectáreas quemadas de los últimos años, con algunas excepciones. Así, si se toma como referencia los diez últimos años, en 2007 se quemaron en Huelva 1.655 hectáreas, que bajaron hasta las 158 hectáreas en 2008, para volver a subir a las 420 en 2009. El de 2010 fue un año especialmente bajo, con 128 hectáreas quemadas; en 2011 ardieron 169; en 2012, 1.090; en 2013, 269 hectáreas; 655 en 2014; 306 en 2015 y 551 en 2016, según los datos del Ministerio de Medio Ambiente.

La diferencia de este año con respecto a los anteriores la marca el incendio del paraje Las Peñuelas, en Moguer, iniciado el 24 de junio y que en diez días calcinó 8.646 hectáreas -"se ha hablado de 11.000 hectáreas, pero ese es el perímetro recorrido, y dentro de él hay islas que no han ardido", explica a diariodehuelva.es el director del Infoca en Huelva, José Antonio Martínez Bravo. Este ha sido el tercer mayor incendio de Andalucía de los últimos 25 años, superado tan sólo por el de Riotinto de 2004 y otro en Quesada (Jaén), que hace dos años acabó con 10.000 hectáreas.

El fuego de Moguer obligó a desalojar a 2.500 personas y a cortar durante una tarde los accesos de Matalascañas. Ha dejado pérdidas que los empresarios turísticos han cifrado en 10 millones de euros, el Ayuntamiento moguereño en otros 11 millones y ha llegado al entorno de Doñana y a espacios de alto valor ecológico, de ahí que se vieran afectadas 70 especies de aves40 variedades de plantas y 38 mamíferos, entre ellos, el águila imperial y el lince ibérico, según el informe 'Doñana, un mes después de las llamas', elaborado por SEO/Birdlife.

Le sigue en importancia el de Riotinto, que a principios de julio precisó, como el de Moguer, la ayuda del ejército, que aportó 50 efectivos,  más de 200 intervinientes en un incendio que obligó a desalojar a 400 personas. El balance son 780 hectáreas quemadas.

El siguiente incendio en número de hectáreas ha sido el de Ayamonte-Villablanca registrado el 12 de junio, que acabó con 140 hectáreas.

El siniestro registrado en Gibraleón el 24 de julio afectó 60 hectáreas de matorral y pinar en 46 horas y motivó el corte durante unas horas de la A-492 en ambos sentidos, por el humo.

Finalmente, los fuegos en La Zarza (entre 60 y 70 hectáreas) y El Cerro (40 hectáreas) copan los principales incendios de este verano, aunque son las 8.646 hectáreas del de Moguer las que han inclinado la balanza del desastre. Para el director del Infoca en Huelva, las condiciones meteorológicas han sido determinantes en la alta cifra de hectáreas quemadas: "Había momentos en que el incendio avanzaba a 5 kms por hora, lo que unido a la altura de las llamas hacía imposible atacarlo directamente, había que aguantarlo con los medios aéreos".

En cuanto a las causas de estos seis incendios, José Antonio Martínez apunta a la negligencia, excepto en el de Riotinto, "que parece ser que fue intencionado". A su juicio, y sin querer entrar en más detalles, estas negligencias indican que "la gente está haciendo cosas que debería dejar para después del verano, como las barbacoas". En el caso del incendio de Moguer, el informe técnico apunta a una negligencia de la empresa Carbones Fergón, dedicada a la elaboración de carbón vegetal, como el origen del fuego, algo que la empresa niega, "pero será el juez quien determine si el informe es correcto", señala Martínez, quien insiste en extremar las precauciones. Cuando se originó el incendio, saltaron en las redes sociales las acusaciones de que alguien estaba quemando el campo para propiciar su recalificación, algo que quedó descartado desde el principio después de que la ley lo prohíba expresamente.

El director del Infoca en Huelva no cree que en las hectáreas quemadas haya tenido que ver el estado del campo. "Hemos hecho todo el trabajo previo de limpieza en los montes públicos, quizá en las fincas privadas haya que insistir en esta limpieza y poner cortafuegos".

Algo con lo que no está de acuerdo Ecologistas en Acción, cuyo portavoz, Juan Romero, pone el acento en que la mayoría de los incendios se producen en entornos agrícolas y forestales, "y posiblemente los deberes no estén hechos en materia de incendios forestales". En este sentido, concreta que las urbanizaciones tienen que tener un perímetro completamente limpio, lo mismo que los bordes de las carreteras, donde debe haber cortafuegos porque todavía hay gente que tira las colillas por la ventanilla del coche. "Hay que apostar por políticas forestales diferentes, por una gestión de los montes que consiste básicamente en llevar a cabo limpieza, también mediante ganado, quitar biomasa muerta y ordenando el territorio. Las especies de crecimiento rápido y los pinares abandonados son bombas de relojería, lo mismo que los eucaliptos".

Ecologistas en acción también apuesta por aumentar la investigación en torno a los incendios forestales y pedir responsabilidades al autor o autores: "Se escucha poco personal que haya sido detenido por negligencia o intencionalidad".

En la provincia de Huelva, luchan contra el fuego en verano 650 personas repartidas en los tres Cedefos (Centros de Defensa Forestal) de Valverde del Camino, Galaroza y Almonte y en la pista de aviones de Niebla.