viernes. 19.04.2024
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Una planta de Riotinto procesa en su tejido un metal presente en Marte

El mineral jarosita es un sulfato hidratado de hierro originalmente descubierto en 1852 muy abundante tanto en Marte como en el entorno del río Tinto
Una planta de Riotinto procesa en su tejido un metal presente en Marte

Las coincidencias entre el río Tinto y la superficie de Marte encuentran cada vez más puntos en común y es que los metales hallados en la superficie de Marte se pueden encontrar incluso en el interior de las plantas. Este es el impactante y misterioso hallazgo que han efectuado los científicos durante los últimos años de investigación en el entorno de Riotinto y que recientemente fueron destacados por el astrobiologo Ricardo Amils en una conferencia en Huelva.

En concreto, la planta objeto de estudio por su sorprendente capacidad es la Imperata Cylindrica, un vegetal presente prácticamente en todo el mundo y que de hecho está considerada una de las cien especies invasoras más peligrosas del mundo. Sin embargo, en ningún otro lugar del mundo esta planta es capaz de procesar metales dentro de sus tejidos y menos aún un mineral tan extraño como la jarosita, que se ha encontrado en grandes cantidades en la superficie de Marte.

El mineral jarosita es un sulfato hidratado de hierro originalmente descubierto en 1852 en el barranco del Jaroso (Almería) lo que ha dado una vuelta de tuerca a los científicos de la NASA encargados de buscar agua en Marte. Su presencia en abundancia en el planeta rojo, al igual que en el entorno de Riotinto, acerca más aún la hipótesis de que ambos ambientes son muy parecidos.

Sin embargo, lo que también ha sido una sorpresa y un auténtico misterio ya que hasta el día de hoy no se sabe porque esta planta es capaz de absorber e incorporar a sus tejidos la jarosita, ni como lo consigue.

Este proceso, llamado biomineralización, está siendo estudiado por diversos botánicos y por los propios responsables del proyecto IPBSL (Iberian Pyritic Belt Surbsurface) en el que se ha descubierto que el origen del río es natural y no procedente de la contaminación por la actividad minera presente en la zona desde tiempos de los romanos, tal y como se creía.