Los atletas bartolinos siguen concienciando contra el cáncer
Hace más de tres años, el Club Atletismo San Bartolomé ayudó a crear una enorme conciencia frente al cáncer en San Bartolomé de la Torre y, en general, en la provincia de Huelva. Su proyecto ‘12 Etapas, 12 Causas’ les llevó a recorrer el Camino de Santiago y marcó a todas y todos los que vivieron esta necesidad de luchar frente al cáncer. Una conciencia que les acompañó en otras iniciativas, como ‘5 Retos por Huelva’ o ‘Espacio Bienestar’, con los que han sensibilizado desde una visión positiva y han despertado la solidaridad de los atletas bartolinos.
Recientemente, se han atrevido con otro reto importante. “Tras seis duros años de lucha afrontando las dificultades que plantea el cáncer con entereza y con mucho amor, perdimos a quien nos enseñó que ayudar a los demás sin pedir nada a cambio es la mayor recompensa que podemos recibir”, habla Javier Márquez, uno de los impulsores de este club y sus actividades, refiriéndose a su madre, inspiradora de su esfuerzo y fallecida finalmente por causa de la enfermedad.
Por ello, recuperaron una promesa pendiente de cumplir que fue el punto de arranque para peregrinar durante 35 kilómetros de caminos desde San Bartolomé hasta la ermita de La Virgen de la Peña en Puebla de Guzmán.
Diez atletas bartolinos acompañados de bicis de apoyo y de un equipo logístico en coches, se dispusieron a recorrer este duro camino que les llevó hasta Alosno, como punto intermedio. Allí les esperaba el ‘Batallón Alosnero’, un grupo de mujeres alosneras que desarrollan una excelente labor frente al cáncer, reafirmándose ante ambos colectivos las sinergias creadas entre asociaciones y movimientos sociales que se unen para luchar contra el cáncer.
Su avituallamiento, su aliento y su cariño fue el mejor de los acicates para continuar rumbo a La Peña. Allí se unía otro ramo de flores para entregar a la patrona andevaleña, junto al que portaban los atletas desde San Bartolomé. En estos ramos había un mensaje grabado de luchar contra el cáncer, “luchar por nuestros familiares y amigos, luchar por quienes conocemos y sabemos que se enfrentan a la enfermedad y luchar por quienes no conocemos, pero sentimos la necesidad de ayudar”, según Márquez.
La llegada al santuario fue emocionante “y tan indescriptible, que la guardamos como un nuevo tesoro de este peregrinar por la vida”.
Con este nuevo reto, el Club de Atletismo San Bartolomé continúa con su labor de “cambiar el rumbo de nuestras vidas y ver en una dura enfermedad la oportunidad de llamar la atención de la gente para concienciar de una forma positiva y educar en emociones un camino no exento de obstáculos para enfrentarnos a la realidad del cáncer”.
