jueves. 28.03.2024
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Donjuanismo, sexo, compras y robos compulsivos: las nuevas adicciones que atiende Aonujer

Hasta la Asociación onubense de Jugadores de Azar en Rehabilitación llegan nuevas adicciones relacionadas con la sociedad de consumo. Aonujer atiende al año a 100 nuevos adictos
Donjuanismo, sexo, compras y robos compulsivos: las nuevas adicciones que atiende Aonujer

Aonujer (Asociación onubense de Jugadores de Azar en Rehabilitación) cumple 26 años atendiendo a una media de cien nuevos adictos al año. Durante el primer semestre de 2017, 38 personas han acudido a la asociación en busca de ayuda para dejar sus adicciones, muchos de ellos jóvenes que se han enganchado a los juegos online.

Pero Aonujer no sólo presta asistencia gratuita a los adictos al juego. Entre sus pacientes figuran personas con problemas menos conocidos pero cada vez más comunes y que están asociados a la pérdida del control de los impulsos. La asociación atiende a 10 dependientes de compras compulsivas, personas que no tienen control sobre su tarjeta de crédito y que "se han llegado a gastar hasta 75.000 euros o han comprado 25 televisores; sienten placer al comprar, pero una vez que poseen el objeto, ni siquiera lo sacan de la caja", explica el presidente de la asociación, Jorge Barroso.

Son las nuevas adicciones asociadas a la sociedad de consumo. Integrados en las sesiones con el resto de adictos hay también dos cleptómanos (personas que roban compulsivamente cosas), un adicto al sexo y otro diagnosticado de donjuanismo, es decir, la necesidad de seducir constantemente sin poder crear vínculos sentimentales estables, lo que "origina un daño moral muy grande", dice Barroso.

Todos ellos reciben la terapia gratuita que ofrece Aonujer a través de sus 25 voluntarios. Asisten con el resto de compañeros a cualquiera de los ocho grupos de terapia que tiene establecidos la asociación según en el estadio en el que se encuentre el paciente. Los que comienzan el tratamiento se reúnen los lunes y los jueves, los que están en rehabilitación lo hacen los miércoles, y los que siguen psicoterapia de grupo y terapia social se encuentran los martes. Primero se reúnen con otros adictos y después con sus familiares. En total, 201 personas acuden a la asociación. 

Una rutina semanal que les ayuda a marcar y reforzar sus objetivos y que suele durar de 4 a 5 años. El porcentaje de éxito es alto, muy pocos de los que terminan las sesiones suelen recaer, aunque Barroso concreta que los adictos a las compras y los cleptómanos se pueden reeducar, pueden volver a comprar sin problemas una vez superada la terapia, "mientras que los jugadores patológicos volverán al principio si meten un euro en los juegos de azar".

La adicción a los juegos online es una tendencia que va en aumento y que ha llevado a la Federación, Fajer, a presentar una proposición no de ley a través del PSOE de Málaga para que se regulen los juegos online y que los famosos dejen de anunciarlos en los medios de comunicación.

Según el presidente de la asociación, los adictos al juego son cada vez más jóvenes, muchos de ellos universitarios, que llegan a contratar microcréditos de hasta 8.000 euros que no pueden pagar, lo que ha llevado a Aonujer a contratar una abogada para intentar paralizar los intereses. La ruina de la adicción al juego lleva también a muchos "a meter la mano en la caja, hay quien tiene hasta 600.000 euros de deuda", señala Barroso, una situación desesperante que llevó hace poco a un joven de 35 años a quitarse la vida. Por eso es tan importante la labor que realiza Aonujer. Barroso insiste en que de estas adicciones se puede salir: "Se puede vivir sin juego".

Además de trabajar con los adictos, se lucha por cambiar las leyes. La Federación lleva reclamando desde el 91 que las tragaperras no estén en los bares sino en salones de juego, pero es un proceso lento. Los intereses económicos tampoco ayudan: con lo que recaudan por una máquina los bares tienen para pagar el agua y la luz y la Junta de Andalucía obtiene unos 3.000 euros en impuestos. "Por el momento -apunta Barroso- hemos conseguido que en los frontales de las máquinas se ponga la advertencia de que puede crear adicción".

Aonujer ha celebrado sus 26 años esta semana con la concesión de distinciones a diferentes personalidades y la entrega de diplomas de finalización de terapia a 20 rehabilitados. Jorge Barroso ha estado comprometido en las tareas de la asociación todo este tiempo. Recuerda que él tuvo que recibir terapia en Sevilla porque en Huelva no había nada. Un compañero le propuso crear una asociación, pero Barroso era guardia civil y por aquel entonces no podían asociarse. Su mujer y su hija sí se animaron a crearla y él les echó una mano, hasta que la modernización de la Benemérita le permitió ser presidente en el 93. Desde entonces lleva al frente de Aonujer y confiesa que necesita "un recambio; es mucha lucha".