miércoles. 24.04.2024
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Calabazares consolida la recuperación de la Cruz de los Olivos

Las fiestas de esta cruz serán este sábado por cuarto año consecutivo, después de que dejara de celebrarse en 1936
Calabazares consolida la recuperación de la Cruz de los Olivos

La aldea de Calabazares, ubicada en el término municipal de Almonaster la Real, va a vivir el próximo sábado 27 de mayo un momento especial, ya que se celebrará por cuarto año consecutivo la Cruz de Mayo de los Olivos. Se trata de una antigua tradición de la aldea que dejó de celebrarse en 1936 y que fue recuperada en 2014, uniéndose así a la celebración de las Cruces de Mayo de Almonaster la Real.

En cuanto al programa de actividades, desde las 16.00 horas del sábado habrá café y tartas, con bizcochos de tres chocolates y queso. Algo más tarde, sobre las 20.00 horas, llegará otro momento gastronómico con una cena con tapas y montaditos, hamburguesas, tortilla especial y pinchitos. La noche en su apartado lúdico finalizará a partir de las doce, con una noche de baile, sorpresas, bebidas de primeras marcas y fiesta. La organización de esta programación impulsada por la Hermandad, será a beneficio de Nuestra Señora de Fátima.

La celebración pondrá de nuevo en valor los distintos elementos que configuran esta singular fiesta como la Cruz de los Olivos, la Bandera de la Cruz o el Estandarte. La Cruz de los Olivos es una cruz de madera de ejecución popular datada en 1915 y fue un regalo que recibió Visitación Sánchez Martín el año que fue mayordoma. Otro elemento destacado de la fiesta es la Bandera de la Cruz que es una recreación actual con elementos textiles del siglo XIX en la que, sobre un raso granate, aparece bordado el anagrama de ‘Jesús Hombre Salvador’. El asta de la Bandera es una cruz plateada del año 1900. Por último, el estandarte está configurado con distintos tejidos del siglo XVIII cuya pintura al óleo es obra del pintor sevillano afincado en la aldea de El Quejigo, Pepe Bedoya.

Otros elementos igualmente identificativos serán la chubarba, planta con la que se viste la cruz, los fandangos aldeanos o la entrega de la Bandera al mayordomo a los sones de las Coplas del Romero. Especial importancia en la recuperación de la fiesta han tenido las mujeres de Calabazares, gracias a cuya memoria se han recuperado antiguos cantares y una especial manera de bailar el fandango aldeano. Todas estas coplas conforman un cancionero romero de la Cruz de gran valor etnológico que enriquece aún más el patrimonio folklórico y musical de Almonaster y sus aldeas.