sábado. 27.04.2024
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Doce psicólogos 'pedalean' contra la violencia machista

Un grupo de profesionales creó hace nueve años el equipo 'Psicología y Violencia de Género' para realizar actividades de concienciación contra el maltrato. Este domingo promueven un paseo en bicicleta por la ciudad
Doce psicólogos 'pedalean' contra la violencia machista

Hace nueve años un grupo de psicólogos de la delegación de Huelva del Colegio de Psicólogos de Andalucía Occidental decidió unirse para luchar contra la lacra de la violencia machista. Los datos crecientes de denuncias por maltrato - una media de más de cinco denuncias diarias en Huelva - y sus propias experiencias personales en consulta como terapeutas les decidió a actuar para sensibilizar a la sociedad contra la violencia de género. Son diez mujeres y dos hombres que en estos nueve años han promovido charlas -tienen firmado un convenio con el Ayuntamiento para tal fin- y realizado exposiciones y actividades de concienciación. Lo último será un paseo en bicicleta por Huelva el próximo domingo 28 de mayo, que comenzará a las 10.30 de la mañana desde el Campus de El Carmen. Esta es la tercera edición y en años anteriores congregó a más de 300 personas. El objetivo no es otro que formar a los niños e involucrar y concienciar a los padres en la igualdad.

El coordinador del grupo de 'Psicología y Violencia de Género', Francisco Márquez, considera imprescindible la concienciación para acabar con la violencia de género porque "el mayor problema es que tenemos interiorizados unos valores sociales muy machistas; la sociedad está impregnada de machismo: en la televisión, la publicidad, la litaratura, las redes sociales...". Para Márquez, "los hombres son reticentes a apostar por la igualdad porque consideran que van a perder privilegios, cuando es todo lo contrario: el modelo igualitario nos va a enriquecer a todos, ganamos en facetas que el modelo patriarcal nos ha negado, como la valoración de las emociones, la ternura...".

Este psicólogo reivindica el feminismo como "un movimiento de personas -hombres y mujeres- que apostamos por la igualdad"; un concepto que reconoce que ni los propios profesionales han sabido divulgar de forma correcta porque "cuando hablamos de feminismo parece que es lo contrario de machismo, y lo contrario de machismo es el hembrismo". "Hay muchos intereses neomachistas que intentan prostituir el concepto, como cuando se habla de las numerosas denuncias falsas de mujeres hacia hombres, cuando sólo representan el 0,02% de las denuncias por violencia machista".

Para hacer frente al maltrato de género, Francisco Márquez reivindica un pacto de Estado que considere la violencia machista terrorismo porque "más de mil mujeres han muerto en España en lo que llevamos de siglo y se han producido más de un millón de denuncias".

Junto a ello, reclama más programas de prevención social con campañas en los medios de comunicación e intervención en los centros educativos. También apuesta por dotar a las víctimas de recursos económicos que les permitan independizarse de su maltratador, así como proyectos de inserción laboral para formar a las mujeres, que deberían recibir un seguimiento social, jurídico y de vigilancia.

En el caso de los maltratadores, quiere que los programas de reinserción que se realizan en la cárcel sean obligatorios y no optativos, además de vigilar su ubicación cuando salen de prisión y revisar las visitas que hacen a sus hijos.

En su experiencia profesional con los maltratadores, reconoce que asisten poco a consulta y los que lo hacen los divide en dos grupos: "Los que vienen porque su familia los ha amenazado con dejarlos y quieren mandar el mensaje de que van a cambiar; éstos dejan de asistir a las pocas sesiones. Y los que acuden convencidos de que quieren cambiar y, aunque las intervenciones son largas, el porcentaje de éxito es alto". Para lograrlo, trabajan sus inseguridades y la empatía, se les pone en la piel de mujeres a las que ellos quieren: su madre, su hija o su hermana. Una cosa tiene clara Francisco Márquez: es un mito que los maltratadores hayan sufrido maltrato o lo sean porque son alcohólicos. "Se da en personas con independencia de la clase social y del contexto donde hayan crecido". "El perfil del maltratador -concluye- es que no tiene perfil".