jueves. 28.03.2024
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Raúl Limón presenta la primera obra sobre el Teatro Lebrijano

La obra, de Editorial Niebla, llega este viernes a la Feria del Libro de Sevilla
Raúl Limón presenta la primera obra sobre el Teatro Lebrijano

La obra, de Editorial Niebla, llega este viernes a la Feria del Libro de Sevilla

Hace medio siglo que Andalucía rompió una de las barreras más inesperadas, la del teatro independiente internacional. De la mano de Juan Bernabé nació Teatro Estudio Lebrijano, un grupo iniciado por adolescentes que leían obras dramáticas y que terminaron conquistando con Oratorio el Festival de Nancy (Francia-1970), el máximo exponente de la escena en la época. El primer libro sobre esta gesta, escrito por el periodista Raúl Limón y con entrevistas de Alfonso García, ha sido distinguido con el Premio Lorca al Libro o Estudio sobre Artes Escénicas, que ha premiado la línea editorial de la Asociación Cultural Juan Bernabé de Lebrija (Sevilla).

El Teatro Lebrijano fue digno heredero de Lorca como reconoció Antonio Buero Vallejo al ingresar en la Real Academia Española con el siguiente alegato en favor de los jóvenes actores lebrijanos: “...Para concluir (...) me referiré a un acontecimiento teatral español de gran formato cuya difusión mayoritaria no ha sido, por desgracia, permitida. El Oratorio del Teatro Estudio de Lebrija, espectáculo celebrado en el extranjero y aplaudido en España por quienes tuvimos el privilegio de verlo, era la creación popular de un grupo hispalense lleno de verdad social y artística hasta en sus pequeñas imperfecciones”.

La compañía de Bernabé siguió la estela de La Barraca lorquiana, que concibió las tablas como herramienta pedagógica, y de las Misiones Pedagógicas de la Segunda República, creadas para llevar la cultura al mundo rural.

Así, este grupo, reconocido por Radio Sevilla, de la Cadena SER, como Sevillanos del Año en 1973, recorre cortijos, campos y plazas con su teatro asambleario con el que enseñan democracia.

El fallecimiento de su fundador, Juan Bernabé, con solo 24 años, truncó una de las carreras más prometedoras de la escena española, en el momento en el que Rafael Alberti le había pedido que le dirigiera una obra.