La macrodemanda de ‘MandiMotor’ fracasa en el juzgado y acaba a puñetazos en la calle

Uno de los demandantes denuncia en comisaría una agresión y amenazas de muerte por parte del ex gerente de la empresa, que ha salido airoso al desestimar el juez la práctica totalidad de las denuncias masivas por estafa. Sólo quedan dos en pie

Desafortunado incidente el que sufrió este martes Juan Carlos Martín, que actuara de portavoz de gran parte de los afectados por la que se conoció como la (supuesta) macroestafa de MandiMotor Huelva, empresa ya extinta dedicada a la compraventa de vehículos usados. Martín, uno de los afectados, ha denunciado en la comisaría que fue víctima de una agresión (a puñetazos en la cara) por parte de Mariano M.B., ex gerente de la empresa y al que apuntaban todas las demandas judiciales -fue incluso detenido por la Policía Nacional-.

El denunciado podría salir completamente airoso de los tribunales, como apunta Martín, que no esconde que el devenir de las múltiples causas en los juzgados, con demandas desestimadas una tras otra por falta de pruebas, ha sido "un jarro de agua fría" para los demandantes, que reclamaban cantidades que oscilaban entre los 1.000 y los 90.000 euros. Recuerda Juan Carlos Martín que el propio ex gerente argumentó en sede judicial que en cualquier caso no podría hacer frente a pago alguno por su situación económica, asegurando el demandado que estaba "arruinado" e incluso "comiendo de la Cruz Roja".

Los afectados-demandantes, con Martín a la cabeza, nunca creyeron esta "excusa", hasta el punto de que han podido comprobar que Mariano M.B. "tiene dos concesionarios, uno en Huelva capital (polígono industrial a las afueras de la ciudad( y otro en La Palma del Condado", donde la actividad de compraventa ha continuado "con unos quince coches vendidos", lo que a juicio del demandante desacreditaría los argumentos del ex gerente de MandiMotor.

Precisamente, como relata en su denuncia, Martín tomó imágenes del local y fue hasta la urbanización donde vive Mariano M.B., a quien esperó para exigirle el dinero que le debe. Al llegar, le espetó que no le hiciera fotos ni a él ni a su hija, que le acompañaba, llegando a amenazar con estas palabras: "No me grabes, no saques fotos a mi hija, que te voy a matar". Según el relato de Martín, explicó que las fotos no eran de ellos, sino del concesionario, al tiempo que le reclamó el dinero que debe a todos los presuntamente estafados. La reacción, según consta en la denuncia, fue un golpe en la mano que portaba el teléfono móvil, para después propinarle en el forcejeo puñetazos en la cara.

No es la primera vez que se han producido tensiones y enfrentamientos entre afectados y Mariano M.B., con “insultos y amenazas” que esta vez han ido a más.

Por otro lado, Juan Carlos Martín ha lamentado que el juzgado haya desestimado por falta de pruebas decenas de demandas de la presunta macroestafa, y sólo en pie dos causas, una de ellas la del propio Martín, que ha acabado en el Tribunal Constitucional, pendiente de resolución.