Laura García-Caro se pone en manos de la agencia de Érika Villaécija y Blanca Manchón

Laura García Caro tiene un sueño, ser olímpica en los Juegos de Tokio 2020. Pero ese sueño no es barato, y no sólo en lo que se refiere a los esfuerzos físicos y mentales necesarios para conseguirlo. También hace falta dinero o, dicho de otro modo, patrocinadores.

Por eso la marchadora lepera se ha puesto en manos de Sport Spirit, una agencia de representación que, según anuncia en su página web, pretende "ayudar a los deportistas con más talento de nuestro país a crecer y alcanzar sus metas, gracias al apoyo de grandes, medianas y pequeñas empresas".

Entre los clientes de Sport Spirit figuran algunos deportistas consagrados del panorama nacional, como la nadadora Érika Villaécija y la winfsurfista Blanca Manchón, pero sobre todo muchos jóvenes valores que, como en el caso de Laura García-Caro, se les supone un futuro esperanzador.