Una maldición persigue a Carolina Marín

Tras sacrificar toda una temporada para conseguir el oro olímpico, Carolina Marín se ha reencontrado con su mejor versión. La onubense vuelve a ser una jugadora competitiva en el Circuito BWF, como atestigua su paso por Alemania, India, Malasia y Singapur, pero aún no ha sido capaz de subir a lo más alto del podio. Es como si le persiguiera una maldición.

En Singapur, la maldición tuvo nombres y apellidos ilustres: Tai Tzu Ying. La taiwanesa demostró su condición de número uno mundial adjudicándose el Súper Series de esta ciudad-estado, tras batir a Carolina Marín en dos sets (21-15 y 21-15). Es la cuarta final que pierde la canterana del IES La Orden este año.

La Campeona Olímpica Europea y Mundial calcó el desarrollo de ambas mangas. Aguantó el ritmo de su rival hasta el intervalo (11-10, en el primer set; 11-8, en el segundo), para luego cometer demasiados errores y quedar a merced de la asiática (21-15 y 21-15).