El Goyu-Riu denuncia que fue agredido y el Punta del Caimán le acusa de mentir
Nueva polémica en el fútbol base. El Goyu-Riu de Ceuta ha denunciado ser objeto de agresiones durante la disputa de un partido en Huelva, extremo que niega su rival onubense, el conjunto de la Punta del Caimán.
La controversia envuelve el choque que ambos equipos disputaron este fin de semana en el estadio Emilio de Los Santos El Candel de Isla Cristina, correspondiente a la 22ª jornada del Grupo XIV de la Liga Nacional de Juveniles, saldado con goleada local (5-0).
Según la versión de los norteafricanos, al término del duelo, más de cien espectadores saltaron al campo con la intención de agredir a los visitantes, lo que motivó la intervención de las fuerzas de seguridad, si bien, no lograron evitar que algunos integrantes de la expedición ceutí sufrieran golpes y arañazos.
El Goyu-Riu, que ha puesto el caso en conocimiento de la Federación de Fútbol de Ceuta, denuncian también insultos racistas y amenazas verbales durante el transcurso del encuentro.
En declaraciones a Ceuta Deportiva, David Mena, entrenador del Goyu-Riu, asegura que “el ambiente era muy hostil y hemos pasado miedo. Ha tenido que intervenir la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local para evitar un problema gordo”.
Sin embargo, el Punta del Caimán desmiente que los acontecimientos se desarrollaran de esa forma y ya ha solicitado el amparo de la Delegación en Huelva de la Federación Andaluza de Fútbol por unas acusaciones que considera del todo infundadas.
En declaraciones a Efe, José Antonio Munell, presidente del cuadro isleño, reconoce que algunas personas invadieron el campo, pero fue tras una provocación de un futbolista del Guyu-Riu y niega que se produjera ningún tipo de agresión. Es más, remite al acta arbitral y a los informes de los cuerpos de seguridad para comprobar los hechos.
"El jugador número 4 escupió a una mujer que tenía a una niña en brazos y su marido y sus hermanos saltaron la valla", detalla el mandatario, aunque todo quedó en nada por la intervención de los directivos locales. Y califica las heridas denunciadas por el Goyu-Riu como una mentira.
