Un comedor social reparte 400 comidas semanales en El Matadero

Atienden al poblado chabolista de Las Metas

La labor del comedor social de El Matadero ha salido a la luz recientemente por el caso de tres niñas abandonadas y el llamamiento social que se ha hecho para ayudarlas. Sin embargo, su labor se remonta ya a hace cuatro años, cuando en plena crisis se decidió llevar a cabo este proyecto desde la Iglesia Evangélica. Hoy día reparten semanalmente unas 400 comidas, más de treinta personas se acerca cada día a desayunar hasta las instalaciones del comedor social cuyos comensales se llevan también algunos productos para pasar el día, a ello, hay que sumar repartos semanales que hacen los sábados y que permiten a muchas familias de asentamientos de inmigrantes sobrevivir.

Luciano Gómez es el responsable de este comedor social "tratamos de atender a las personas en los elementos más básicos, comida y ropa principalmente, es un proyecto de actuación social en el que desarrollamos este tipo de áreas, donde ofrecemos desayunos y atención tanto a familias necesitadas como a poblados chabolistas como el de Las Metas y alguno de Palos de la Frontera".

Estas actuaciones se llevan a cabo "en función de la comida que podamos tener, estamos muy satisfechos porque se puede atender la necesidad de la gente en esta época de crisis en la que no terminamos de salir, pero hasta el momento podemos tener la tranquilidad de que toda persona que ha venido a pedir ayuda se le ha podido ofrecer, por lo que estamos contentos y satisfechos con poder dar un tratamiento cristiano hacia el prójimo".

Gómez ha señalado que esto se consigue gracias a las propias colaboraciones de empresarios como los de la lonja que ofrecen habitualmente pescado, y también empresas hortofrutícolas que ofrecen fruta y verduras para los repartos, además de la ayuda oficial del propio Banco de Alimentos que también les cede algunos alimentos para su labor diaria.

Gracias a todos estos colaboradores muchas  personas desfavorecidas "pueden tener cubierto unos mínimos  vitales para su soporte alimenticio, que en muchas ocasiones llega también a familiares y al entorno de las personas a las que reparten" por lo que Luciano Gómez dice sentirse "satisfecho de las aportaciones" aunque "mientras más llegue más se podrá hacer".

Para desarrollar esta labor, Luciano Gómez cuenta con el apoyo y la labor de unas 15 personas que de lunes a sábado se encargan de diversas tareas, desde ir a por los alimentos, cocinar, servir las mesas, hacer los repartos, una tarea que hacen "con ilusión" y en la que "uno recibe siempre más de lo que da" ya que al final se crean vínculos emocionales entre todos.

LA MADRE TOXICÓMANA VUELVE CON SUS NIÑAS

El caso de las tres niñas de uno, dos y seis años cuya situación saltó a los medios de comunicación ante el llamamiento de ayuda para asegurar ropa y comida para las pequeñas ha dado una nueva vuelta de tuerca. Desde el Comedor Social del Matadero, donde lanzaron la campaña de ayuda, aseguran que la madre toxicómana ha vuelto a casa y que están juntas de nuevo. "Es una madre muy joven, ha sido un error de juventud, pero ahora se siente más apoyada y respaldada".

Luciano Gómez asevera que la respuesta de la ciudadanía ha sido apabullante por la solidaridad de la gente , de hecho todo comenzó enviando whatsapp y este efecto se multiplicó hasta el punto de que una  persona de Francia llegó a mandar un paquete con ropa para las niñas, "esto nos hace pensar que el amor y la solidaridad está muy a flor de piel en Huelva y que la gente se vuelca con una causa justa".

Gómez ha recordado que se recaudaron dos furgonetas con ropa de invierno por lo que, al menos hasta el verano sus necesidades están cubiertas y además se recaudó alimentos y desde supermercados El Jamón se han comprometido a llevar a cabo una labor de ayuda para estas niñas y aportar comida en el día a día.