viernes. 19.04.2024
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Las primeras chabolas que arden en 2017: sólo quedaron muelles de colchones

El incendio arrasó 43 chabolas y no hubo heridos, pese a que explotaron bombonas de gas. Cáritas vuelve a denunciar el drama humanitario
Las primeras chabolas que arden en 2017: sólo quedaron muelles de colchones

(Foto: Cáritas Huelva)

El incendio arrasó 43 chabolas y no hubo heridos, pese a que explotaron bombonas de gas. Cáritas vuelve a denunciar el drama humanitario

El primer incendio importante en un asentamiento chabolista en este año 2017 se produjo el pasado sábado en Moguer, en la zona conocida como 'Las Jarras'. Pasó desapercibido, pero Cáritas Huelva ha vuelto a poner de manifiesto la lamentable situación que padecen miles de inmigrantes que malviven en condiciones infrahumanas en los municipios freseros.

Según han informado desde el 112 y el Consorcio de Bomberos, casi medio centenar de chabolas quedaron reducidas a cenizas en un incendio que se produjo en el kilómetro 16 de la A-494, la carretera que une Palos con Mazagón. Ocurrió en el término de Moguer, y por fortuna el fuego no se saldó con heridos, a pesar de la deflagración de algunas botellas de gas.

Moguer

En el incendio, que se produjo sobre las 13.00 horas del pasado sábado, participaron dotaciones del Consorcio de Bomberos, el Infoca, y también acudieron la Policía Local y la Guardia Civil, así como ONG's tales como Cruz Roja, han informado desde Emergencias 112 Andalucía.

43 chabolas ardieron en este incendio, el primero que se produce en 2017. Cáritas Diocesana de Huelva, que ha calificado de "indignante" el suceso a través de Twitter, cifra en 12 las personas damnificadas que han perdido sus chabolas, ya que el resto de ocupantes se encuentran terminando de trabajar en la campaña de la aceituna en Jaén. Los afectados son de Mali, excepto una mujer, que es de origen rumano.

Además, advierte Cáritas de que las pérdidas para los inmigrantes han sido muy cuantiosas, ya que la mayoría de estas personas viven de forma permanente en este asentamiento por lo que todos sus enseres personales y documentos se encontraban en las chabolas.

Siete incendios en los dos últimos años

Cáritas afirma que, por su suerte, al menos los incendios no se han llevado la vida de ninguna de las personas que malviven en estos asentamientos, y recuerda que durante 2015 se registraron cuatro incendios en Palos de la Frontera, Lepe y Lucena del Puerto, y otros tres durante 2016 en Moguer, Lepe y Palos de la Frontera. Es el primero que se produce en 2017, durante el invierno.

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Cáritas Diocesana de Huelva, al igual que otras entidades sociales, se desplazaron al asentamiento para comprobar cuántas personas eran, cómo se encontraban y cuáles eran sus pérdidas y necesidades.

Desde Cáritas Diocesana de Huelva se les ha facilitado a las personas afectadas mantas, ropa interior, kits de higiene y alimentos, ya que muchos de ellos solo contaban con la ropa de trabajo que llevaban puesta en ese momento.

En los días posteriores, los técnicos y voluntarios de Cáritas Diocesana de Huelva se coordinaron con las diferentes entidades sociales y el Ayuntamiento de Moguer para seguir asesorando a las personas para que interpusieran denuncias por la pérdida de documentación, en el acompañamiento a los centros de duchas de los que disponen Cáritas Diocesana de Huelva y Accem, en el reparto de alimentos y en cualquier información o ayuda que necesiten, como la tramitación de las tarjetas sanitarias.

Esta situación "no es nueva"

Esta situación, recuerda Cáritas Diocesana de Huelva, "no es nueva" porque en los últimos años son numerosos los incendios que se producen en los asentamientos chabolistas de la provincia, y por ello ha insistido en reclamar a las administraciones "responsabilidad" ante esta realidad para buscar una "solución real". Asimismo, reivindica la creación de una mesa intersectorial en la que la administración, los sindicatos, la patronal, las organizaciones sociales y los propios afectados busquen y aporten todo lo posible en la solución de este problema humanitario.

Por otro lado, ve necesaria la puesta en marcha de una red de recursos en todas las zonas agrícolas que permitan a los trabajadores temporeros no verse obligados a vivir en asentamientos que no disponen de ningún tipo de servicios, y que estos servicios se vean ampliados con aquellos otros que complementen las necesidades de atención social, de salud, educación de las personas que se desplazan a la provincia a trabajar (desde duchas hasta ampliación en la dotación sanitaria).

En materia de vivienda, exige a la administración programas de ayuda y mediación al alquiler de viviendas que ofrezcan una alternativa a las chabolas.