viernes. 26.04.2024
El tiempo

La lluvia y su significado

“La vida es bella también cuando llueve”; este es el eslogan que aparece actualmente en los paraguas de un marca de supermercados. Al leerlo el otro día me hizo reflexionar sobre la importancia y el significado que tiene la lluvia para todos nosotros.
La lluvia y su significado

“La vida es bella también cuando llueve”; este es el eslogan que aparece actualmente en los paraguas de un marca de supermercados. Al leerlo el otro día me hizo reflexionar sobre la importancia y el significado que tiene la lluvia para todos nosotros.

Desde mi humilde entender, creo que el ser humano está en una constante “búsqueda de excusas” para argumentar sus cambios de conducta, su apatía por vivir o su aislamiento social. De todos es sabido que el otoño y el invierno generan una serie de alteraciones de vida que empujan a las personas al hacinamiento en sus casas y a tener que vivir respecto a los horarios solares.

No voy a negar que el cambio de estación entre el verano y el otoño provoca un efecto en el estado emocional de cualquiera de nosotros. Es más, otro de los anuncios comerciales sobre este tema hacía referencia a la comparación entre los meses de Agosto y Septiembre, diciendo: “tan juntos en el calendario, y tan diferentes”. Cambios de horarios, de obligaciones, de ritmos de vida, de prisas…

Tenemos la “suerte” de estar viviendo un clima veraniego cada vez más prolongado, con lo que se alarga esa sensación de bienestar que generan los días soleados. Además, aquí en el sur de España, disfrutamos de un otoño y un invierno cada vez menos crudos. Pero aún así, me canso de escuchar en la consulta las argumentaciones en pro de tener una vida menos activa (socialmente hablando) cuando llega el otoño y las lluvias, del tipo “se hace de noche muy rápido”, “dónde voy a ir ahora que está lloviendo”, “con el mal tiempo que hace”, “nos va a coger la noche”…

No podemos permitirnos el lujo de hacer depender nuestro estado emocional y conductual del clima que estemos viviendo en ese momento. No olvidemos que uno de los factores que más sensaciones de bienestar genera a la mente humana es la estabilidad; pues bien, pasamos de unos meses de verano en los que “está bien visto” permanecer la mayor parte del tiempo en la calle, a unos meses en los que vuelve a “estar bien visto” aislarse en casa y tener una vida social mucho más sedentaria.

Continúa el artículo en el blog de Psicología de Alejandro de la Corte.