jueves. 28.03.2024
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Condenado a 4 años de cárcel por abusar de su sobrina política de 13 años

El Supremo confirma la sentencia de la Audiencia de Huelva tras rechazar el recurso presentado por el procesado, que negó tocamientos
Condenado a 4 años de cárcel por abusar de su sobrina política de 13 años

El Supremo confirma la sentencia de la Audiencia de Huelva tras rechazar el recurso presentado por el procesado, que negó tocamientos

El Tribunal Supremo ha condenado a un hombre a cuatro años de prisión por un delito continuado de abuso sexual hacia su sobrina política de 13 años. El Alto Tribunal ha rechazado el recurso de casación del condenado, de manera que ratifica la sentencia de la Audiencia de Huelva, informa la agencia Europa Press. Además de la pena de cárcel, la sentencia prohíbe al condenado comunicarse con la víctima y acercarse a ella a una distancia inferior a 200 metros por un periodo de cinco años, además de estar sometido a libertad vigilada durante cinco años tras la prisión. En concepto de responsabilidad civil, deberá abonar a la víctima 9.000 euros.

En la sentencia, el tribunal consideraba probado que en la madrugada del 22 de octubre de 2013, el condenado se encontraba pasando la noche en la misma habitación que la víctima, nacida en 1999, en el domicilio de ésta en Huelva, y ambos ocupaban camas separadas, momento en el que éste "aprovechó que la menor dormía para acercarse a ella y tocarle sus genitales, llegando a introducirle un dedo en la vagina, lo que provocó que ésta se despertase". Durante el juicio, el condenado aseguró que "cuando pretendía salir de la habitación, tropezó y fue a caer sobre la víctima", circunstancia que al tribunal "no le resultó creíble, pues es imposible confundir una caída accidental sobre una persona con la prolongación de unos tocamientos".

No obstante, el tribunal considera que "incrementa más la credibilidad de su testimonio, a diferencia de lo que opina el recurrente, el hecho de que la menor intentara solicitar la píldora del día después a su amiga. Es cierto que manifestó inicialmente que lo hizo porque estaba nerviosa, pero luego precisó que sintió miedo porque hubiera pasado algo más mientras dormía, hasta que se despertó, y pudo constatar la introducción de los dedos", concluye el Supremo.