viernes. 26.04.2024
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Gas Natural, al margen del aluvión de críticas al proyecto ‘Marismas’

La compañía afirma que "respeta" los posicionamientos en contra de instituciones, organizaciones ecologistas y partidos políticos, e insiste en que el proyecto de almacenamiento "no supone deterioro a Doñana", y que está "fuera del Espacio Natural"
Gas Natural, al margen del aluvión de críticas al proyecto ‘Marismas’

La compañía afirma que "respeta" los posicionamientos en contra de instituciones, organizaciones ecologistas y partidos políticos, e insiste en que el proyecto de almacenamiento "no supone deterioro a Doñana", y que está "fuera del Espacio Natural"

El proyecto de almacenamiento de gas de la compañía Gas Natural en la comarca de Doñana está rodeado de una creciente polémica y férrea oposición no sólo ecologista, sino también, y cada vez más, política. Ayuntamientos, Diputación, la campaña mundial de WWF 'SOS Doñana', las más de 8.000 firmas entregadas al Gobierno por Equo para exigir la paralización del proyecto, e incluso el posicionamiento de la Junta a favor de una declaración ambiental conjunta (y no cuarteada) o la luz verde del Parlamento a una proposición no de ley para estudiar una posible paralización cautelar del proyecto… A Gas Natural Fenosa le crecen los enemigos.

La compañía, sin embargo, prefiere mantenerse al margen de la vorágine de críticas y sigue adelante con el proyecto 'Marismas Occidental', del cual concreta que “se ha concluido la ejecución de los prepozos”, mientras que la sustitución del gasoducto “se ha realizado en un 25%”. Preguntada por diariodehuelva.es sobre la presión social, política e institucional, Gas Natural opta por no pronunciarse y responde que “respeta todos los posicionamientos”. La compañía se escuda en el respeto medioambiental y sus DIA (Declaraciones de Impacto Ambiental) concedidas por el Gobierno tras una tramitación de siete años.

Un almacén “seguro”

Desde Gas Natural han afirmado que el proyecto ‘Marismas’ “antepone el cuidado y el respeto al medio ambiente a cualquier otra consideración”. “Este principio –añade- ha guiado la actividad de la compañía en la zona durante los últimos 30 años, periodo en el que no ha registrado ningún impacto sobre el entorno”. En su defensa, argumenta que “los yacimientos como el de ‘Marismas’ son los almacenes más seguros que existen, ya que han contenido el hidrocarburo, gas en este caso, durante millones de años”. En el caso de ‘Marismas’, cuenta con un sello geológico formado por arcillas y margas de más de 700 metros de espesor, lo que “garantiza su estanqueidad”.

Por otro lado, afirma Gas Natural que el diseño del proyecto ha “tenido en cuenta la singularidad del terreno en el que parcialmente se ubicará con el objetivo de minimizar el impacto que se pudiera producir en la fase de construcción y de realizar un control exhaustivo tras su puesta en operación”.

El almacenamiento subterráneo de gas viene haciéndose desde hace ya casi un siglo de una manera segura y eficiente, demostrando así su viabilidad técnica a largo plazo. Y a su favor precisa que existen en el mundo cerca de 400 almacenes similares a los de Marismas; muchos de ellos, situados en parques nacionales y naturales.

¿En Doñana?

Asimismo, Gas Natural ha recordado que ‘Marismas Occidental’ está operativo como almacenamiento desde el año 2012 y “fuera del Espacio Natural Doñana”. El proyecto prevé la realización de dos sondeos, desde los mismos emplazamientos donde hoy existen los pozos en activo, y la sustitución de 5,2 kilómetros de gasoductos que discurrirán por el mismo trazado que los ahora existentes. El objetivo es actualizar las infraestructuras para adecuarlas a las nuevas capacidades.

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Entre las medidas de protección ambiental, afirma Gas Natural, se creará una comisión de seguimiento del proyecto junto con el Espacio Natural Doñana, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la Estación Biológica de Doñana y el IGME. Además, “para garantizar la no afección al acuífero y al suelo se implementará un sistema de vigilancia, basado en la realización de una red de control y monitoreo, que detecte cualquier afección y preserve su calidad”.

En este punto, la compañía recuerda que el Artículo 11.4 de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural y Natural de la Unesco contempla las grandes obras públicas o privadas como causa determinante de la posibilidad de considerar un determinado enclave como "patrimonio mundial en peligro" a efectos de dicha Convención; no obstante para que tal situación se produzca, se requiere que las "grandes obras públicas o privadas" supongan "amenaza de desaparición debido a un deterioro acelerado". En este caso, señalan desde Gas Natural, “ni se trata de una gran obra pública o privada, ni se ha descrito una sola afección de la misma al Espacio Natural Doñana, ni la actuación supone deterioro alguno para el mismo”.

Repercusión en el territorio

Gas Natural ha destacado asimismo que los proyectos aumentarán la actividad económica e industrial, suponiendo una inversión de 200 millones de euros en la fase de construcción, que se prolongará durante tres años. Y señala que los municipios se verán también beneficiados, ya que se estima que se paguen en “concepto de tasas municipales de construcción en torno a un 3-4% del coste de las obras”. Esto implica unos “beneficios para los municipios de la zona en torno a 2-3 millones de euros”.