jueves. 25.04.2024
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José Tomás da un recital y Miranda y López también salen a hombros

Espectacular faena y cuatro orejas para el diestro estrella de estas Ferias Colombinas. El matador dio la alternativa al torero de Trigueros, que cortó dos orejas. Otras dos orejas y saludos desde el tercio para el tercer protagonista de la corrida. La puerta grande se abrió para los tres diestros en una plaza abarrotada.
José Tomás da un recital y Miranda y López también salen a hombros

Se anunciaba como un día especial y a fe que lo fue. El público de Huelva colgó el cartel de no hay billetes en las taquillas de la Plaza de La Merced y en las horas previas al festejo, la ciudad respiraba el arte del toreo. Entraba en escena José Tomás y la expectación era máxima.

Corrida001El diestro estrella de estas Fiestas Colombinas dio la alternativa a David de Miranda, torero natural de Trigueros que cortó dos orejas, y al que el maestro marcó el camino a seguir con una faena de relumbrón que arrancó humo de las palmas y a los aficionados de sus asientos.

Corrida002De Miranda brilló igualmente en su debut y para no desentonar, Alberto López Simón se mostró muy inspirado con el capote en una tarde espectacular. Al final, los tres toreros salieron a hombros, culminando una jornada que Huelva no olvidará en mucho tiempo.

Corrida003-FICHA TÉCNICA

Toros de Victoriano del Río y de Cortés. Bien presentados y con muy buen juego.

José Tomás. De tabaco y oro. Dos orejas y dos orejas.

Corrida005Alberto López Simón. Rosa y oro. Aplausos y dos orejas.

David de Miranda. Blanco y oro. Dos orejas y saludos desde el tercio.

La presidencia regaló una oreja al de Barajas.

Texto: José Luis Camacho Malo / Fotos: JOSMI

Abría plaza el diestro triguereño David de Miranda que tomaba la alternativa. Desde su inicio se vio que llegaba con ganas, y con el capote ya dejó constancia de ello con unos lances por verónicas muy jaleados por el respetable para posteriormemte echarse el capote a la espaldas y hacer el delirio de los tendidos.

Y llegó la hora de doctorarse temiendo como padrino a José Tomás y de testigo a López Simón.

Y comenzó la faena de muleta con mucha quietud en el centro del anillo, y mientras le cantaban un fandango toreó de espaldas con una gran valentía y pisando terrenos imposibles. Rápidamente se echó la franela a la izquierda para enlazar una serie muy meritoria. Acabó por manoletinas cuando al astado no le quedaban pases, matando de una gran estocada que le valió para que le concedieran las dos orejas.

Y llegó la hora de José Tomás, que le tocó un astado de Victoriano del Río con 495 kilos de peso. Ya se notaba la expectación que había en los tendidos. Comenzó con chicuelinas muy ajustadas, para acabar con una media verónica y una revolera que se aplaudió muchísimo.

La faena de muleta la inició con otro fandango desde los tendidos y José Tomás con unos estatutarios en el centro del redondel. Llegó el momento más brillante del de Galapagar, cuando se echó la muleta a la izquierda, ligando una serie de naturales, con templanza y muy despacito que hizo vibrar los tendidos. Acabó con unos trincherazos y una gran estocada que le premiaron con las dos orejas del astado.

Se esperaba con gran expectación a Alberto López Simón, que era la primera vez que pisaba el albero mercedario. Brilló por su ausencia el toreo con el capote, pero empezó la faena de muleta con mucho recorrido en los derechazos que daba, bien rematados con pases de pecho.

Con la mano de la verdad ante un toro muy huidizo poco pudo hacer, teniendo que volver a la derecha pero sin transmitir mucho a los tendidos.

Lo intentó todo el madrileño, pero el toro no colaboraba e incluso lo desarmó un par de veces.

Cuando llegó la hora de la verdad, acabó con el astado de pinchazo y estocada.

Recibió un aviso y fue ovacionado

El segundo toro que le tocó en suerte a José Tomás, de la ganadería de Cortés y de 535 kilos, lo toreó a la verónica con el capote siendo muy aplaudido.

Pero lo mejor estaba por llegar.

Cuando cogió la muleta ya se veía que algo grande iba a hacer el de Galapagar, que instrumentó tres series de naturales con una profundidad y una enjundia torera que levantó al público de los asientos. Que manera de entender este oficio Dios mio. Templanza, lentitud, arte. Toda una maravilla. Mató de una estocada y volvió a cortar las dos orejas del astado y sonaron las palmas por Huelva para despedir al torero.

Con mucha fuerza salió el quinto toro de la tarde que le correspondía a López Simón, que incluso tiró al picador del caballo. Nada destacable con el capote.

Brindó al publico e inició faena con la muleta con unos ayudados por alto para seguidamente echarse la franela a la derecha e instrumentar tres series por la derecha con mucha pureza, rematados por pases de pecho que arrancaba los olés de los tendidos. Lo intentó con la izquierda pero el astado se le iba, por lo que volvió a la derecha. Se fue al centro del anillo para entrar a matar y de una certera estocada acabó con el animal.

El público pidió con insistencia las dos orejas y el presidente con muy mal criterio le otorga las dos orejas. Está claro que devaluó lo anteriormente cortado. Presidente que la segunda oreja es a su criterio no al del público y la faena no fue para tanto premio.

Le tocó cerrar plaza al onubense David de Miranda, que ya tenía la puerta grande asegurada, quiso lucirse con el capote pero no pudo ser.

La faena de muleta la inició con unos estatuarios para rápidamente irse al centro del anillo y con derecha instrumentar una serie cortita rematada con pase de pecho.

Continuó con la mano de la verdad pero al toro le quedaban pocas fuerzas y manseaba por lo que el triguereño poco pudo hacer. Acabó con unas espaldinas y entró a matar. Pinchazo y estacada y saludos desde el tercio.