Dejen en paz al Comercio del Centro, por favor

Me irrita hasta decir basta la desvergüenza de cierta ¿Asociación de las Industrias y Comercios de las Calles del Centro? y de su ¿socio? la Federación Onubense de Empresarios, al leer esta mañana en dos ¿diarios? digitales afines o agradecidos a los citados, o simplemente porque están desinformado y suben toda información que le colocan, sobre la jornada especial que se prepara en el COMERCIO ONUBENSE para el día de mañana con motivo del inicio de las Rebajas de Verano. Yo pensaba que la denominada Asociación de Comercio de Las Calles del Centro no existía, que había sido disuelta por estar embargada hasta las cejas por una deuda acumulada de cerca de 50.000 euros. No entro en los motivos del origen y final de esa deuda porque estamos en verano y las calores hacen moverse ácidamente los estómagos. Pero lo cierto es que el esfuerzo que dedicó un empresario ejemplar como Cristobal Guerrero junto con otros jóvenes emprendedores para solventar y hacer llevadera la situación crítica de esta Asociación se encontró con el muro de los intereses sindicales empresariales.

Al no existir Asociación fue la CECA la que se hizo cargo de rellenar un vacío legal y de contenido en la Federación Patriarcal. El quién se mueva no sale en la foto. Y además había que darle de comer a una persona que pasea muy bien su jovial tipo por Huelva pero que tiene que ser llevado por los comercios del centro por un guía, como un perro con su Lazarillo, porque no lo conocen allí, en los comercios, ni Dios. Pero hay que mantenerlo, a él y a su apellido. Pues que lo mantenga la CECA y ya que ésta, la CECA, no pinta nada en Huelva y si en Sevilla, le busquen un grato paseo profesional por mis queridas tierras hispalenses. Y mientras tanto, los comerciantes sin enterarse de nada. Cualquier intento de mantener una reunión entre empresarios del sector era pronto cortada de forma tajante. Ellos pagaban sus cuotas mensuales y ¿qué recibían a cambio? Uno o dos horteras desfiles más chabacanos imposibles. Cobrarte unos muchos euros por ponerte una alfombra mal cortada y otros muchos mas euros, siempre claro, por dejarte sacar percheros a la calle,¿ publicidad y logística.? Eso si, el día de la inauguración el señor Alcalde anterior paseaba su palmito con los antiguos prebostes de la Federación, cortando cinta y departiendo con los pobres comerciantes que veían que su futuro solo pasaba por el milagro des gran y fraudulenta mentira en la que le embarcaban. Y después recogido por las cámaras de televisión y los fotógrafos, adios y muy buenas.

Porque los Comerciantes del Centro están a pie y medio del deshaucio. Y son ellos mismos, quizás por su falta de personalidad colectiva o apatía corporativa, los que se han dejado llevar a esta situación. No es cuestión de echar las culpas al Holea de turno, ni a los golfos paniaguados que le han robado del bolsillo y, lo que es peor, las ilusiones y sueños. NO. Si el golfo te roba, no arreglas nada llorando. Tienes que renacer de forma individual para poder aspirar a mantener tu criterio colectivamente. El comercio debe de estar unido y seguir un trayecto común. Ya no estamos en la época de los comerciantes mafiosos que imponían las cuotas de venta. Afortunadamente han muerto, pero aún quedan en esta peregrina, aturdida y cansina ciudad, muchas reminiscencias de entonces. Porque no se trata, en definitiva de cambiarle el cascabel al gato. Se trata de enterrar al gato y comprar uno nuevo. Gato o perro, me da igual; pero nuevo, por favor.

Ante este panorama, sólamente la Cámara Provincial de Comercio e Industria ha dado el paso al frente, dentro de sus escasas competencias en esta materia, y con nulo presupuesto y escaso personal ha intentado conectar, primero, a los comerciantes a las redes sociales para su publicitación, y segundo y tercero, asesorarlos empresarialmente, crearles páginas web y, ahora en época de cruceros, poner a su disposición la información técnica y práctica para hacer beneficioso en alguna medida estas estancias de pocas horas. Igualmente, en la Calle Rábida de la capital casi todos los comercios se han unido para hacer de la Calle una referencia en el mundo local de la moda, restauración y otros. Me parece bien. No entro a analizar nada más. Pero, siempre hay un pero, las fotografías vistas de determinados políticos en esas tiendas en época de elecciones me hacen ver cierto maquillaje que ya se intentó en la última época del anterior gobierno municipal. El comerciante, como tal, no tiene color político porque no tienen interese políticos. Sus únicos intereses son que el las autoridades municipales y autonómicas les brinden los servicios legales idóneos y la logística necesaria para que su trabajo pueda tener la recompensa por la que ellos arriesgan su capital y sueños, creen empleo y hagan ciudad. Los que piensen de otra forma, tendré que decirles lo mismo que les decía Adolfo Suarez a los militares en los benditos setenta:” Señores, si quieren hacer política dejen el uniforme.”

Huelva requiere un espacio. Convertir la calle en un escenario de cultura popular. Y es en este punto donde si tengo que señalarme al decir que me gusta y mucho lo que está haciendo y cómo lo está haciendo Elena Tovar, Consejala de Cultura. Se puede criticar el contenido; es cuestión de gusto. Lo que no se puede criticar es su ansia y fervor por ver animadas las calles del centro de la ciudad. Actuaciones en directo, poemarios, bares en las calles llenos de actividades, tiendas en las calles imponiendo un toque de necesaria imaginación comercial, pero no porque nadie se lo imponga sino por la libertad de ponerlas. Convertir Huelva, su centro urbanístico, en un territorio comanche donde la cultura diversa de la calle se pueda expresar, dar un ambiente multicultural a una ciudad que sigue apestando a rancio y podrido de unas formas caducas y babosas que conducen al mayor de los inmovilismos y al peor de los negacionismos. Por ello, brindo por ese aire limpio de la nueva cultura local propiciada por el Ayuntamiento, porque a través de ella la vida puede volver a la calle y los comercios beneficiarse de esa vida limpia y clara que corre por nuestras rúas.

Y creo tener autoridad moral para decir lo que digo. Llevo más de tres años dándole todo a los comerciantes del Centro. Desde restauradores, empresari@s individuales, cafeterías y, en mucha mayor medida, por su cantidad y calidad que tenemos en ellas, a las tiendas de moda. Primero a través de un digital donde encontré todos los obstáculo posibles e imposibles, para cortar esta labor por entenderla de mediocres y desde hace dos años y medio desde mi propia página web y desde el Diario de Huelva, donde gozo de plena libertad para poner a estos sufridores eternos que son los comerciantes un poco de luz en su apagada ilusión. He sufrido numerosas chanzas e incomprensiones por esta labor, incluso en el orden familiar. Pero lógicamente a mi edad y al contenido que pueda tener esa bolsa de la vida, solo me merecen una irónica sonrisa de pena. Por ello y solo por ello, me duele como intentan poner un mísero pastel en su boca hambrienta por unos euros que no tienen. NO. Ni Calles del Centro inexistentes, ni FOE que no los defienden ni les representan. Autoridad municipal. Elena Tobar, síguele dando un poco más de sueños e lusiones, por favor.