jueves. 25.04.2024
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Huelva, pionera en el mundo en la formación en soldadura con realidad aumentada

Los aprendices de soldador pueden practicar con un simulador y aprender todas las habilidades y destrezas sin ningún gasto de material. El país donde más éxito tiene esta empresa es Estados Unidos, que aglutina la mitad de las ventas, seguido de Alemania
Huelva, pionera en el mundo en la formación en soldadura con realidad aumentada

Los aprendices de soldador pueden practicar con un simulador y aprender todas las habilidades y destrezas sin ningún gasto de material. El país donde más éxito tiene esta empresa es Estados Unidos, que aglutina la mitad de las ventas, seguido de Alemania

La provincia de Huelva es pionera en el mundo en la formación en soldadura mediante la tecnología de realidad aumentada. Los centros para formar a soldadores ya no tienen que gastar grandes sumas de dinero en materiales fungibles, sino que con ‘Soldamatic’ los alumnos pueden repetir el proceso una y otra vez sin ningún coste añadido, y mejorando a su vez sus habilidades y destrezas en el trabajo. Esto es posible gracias a la empresa onubense Seabery, que hace cinco años dio un giro radical a la formación en este ámbito con la metodología ‘Augmented Training’, siendo la primera empresa del mundo en poner en marcha un simulador con realidad aumentada. En la actualidad, vende su producto en unos 45 países, concentrándose la mitad de sus ventas en Estados Unidos, seguido de Alemania con cerca del 20%, y cada año logra duplicar sus ventas y su plantilla. Tras este éxito, la compañía no deja de mejorar su producto inicial pero trabaja ahora para llevarlo también a otras áreas, tanto del sector industrial como de otros sectores como por ejemplo la Medicina, y siempre centrados en la formación.

Seabery nació en 2011 de la mano Basilio Marquinez y tres personas más, una administrativa, un informático y un ingeniero electrónico. La idea surgió un par de años antes, cuando se planteó la idea de realizar un simulador de soldadura con otra compañía, pero el proyecto no resultó viable, y Marquinez y sus compañeros optaron por continuar la andadura por su cuenta. Así comenzó Seabery, con sólo cuatro personas y unos recursos técnicos que han ido creciendo a pasos agigantados. Después llegó la tecnología de realidad aumentada y, desde entonces, la empresa no ha dejado de crecer. En la actualidad Basilio Marquinez lleva las riendas del negocio junto a sus socios Alejandro Villarán y Pedro Marquinez, y de cuatro que empezaron hoy son ya 42 las personas que trabajan en Seabery. Su primer distribuidor internacional fue Sudáfrica, seguido de Rusia. Hoy, Estados Unidos es el primer país comprador de la tecnología que se desarrolla en Huelva para la formación en soldadura, con la mitad de las ventas de la empresa, seguido de Alemania. La pena es que en España apenas se apuesta por esta tecnología, pero el objetivo de Seabery es llevar su proyecto también por nuestro país.

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Basilio Marquinez recuerda ahora los orígenes de esta andadura, cuando todo empezó casi por casualidad: “Un amigo me propuso desarrollar un proyecto de un simulador de soldadura y me pareció interesante. Investigué la situación del sector, de la formación en soldadura, vi cuáles eras las necesidades de las partes implicadas y sus demandas, y nos dimos cuenta que lo que había en el mercado estaba lejos de cubrirlo, el proceso educativo era obsoleto e ineficiente, con un coste altísimo para el resultado. Vimos que había una oportunidad y nos pusimos en marcha”. Y así comenzó todo. Se dieron cuenta de que aprender soldadura suponía un coste muy elevado por los gastos en material, además de que había alumnos que aprendían antes que otros. Por ello, desde Seabery se propuso una metodología más dinámica, donde el tiempo no sea un elemento clave, sino que esté basada en el progreso y capacidades del alumno. Así, partiendo de un programa formativo base y común, el curso se adapta al ritmo de cada estudiante, y esto da la garantía de que quien llegue al final del proceso tendrá un nivel adecuado de formación. “No queremos llenar estadísticas de jóvenes que acaban el curso, sino que terminen bien formados”, explica Marquinez. Nació así ‘Soldamatic’, un simulador en el que el alumno aprende las capacidades y habilidades de la soldadura, lo hace como si trabajara de forma real con diferentes materiales y en diferentes posiciones y puede repetir el proceso una y otra vez. La tecnología aplicada para ello se llama Augmented Training, ya que lleva la realidad aumentada como tecnología principal para la simulación, y se pueden utilizar para generar entornos simulados altamente realistas, consiguiendo lo que la realidad virtual no logra, que es la unión de lo virtual con la realidad, de forma que el alumno ve un entorno virtual en el que puede intervenir y, en este caso, realizar un trabajo de soldadura.

Pero esto no es todo. Una vez que el alumno realiza sus prácticas, el profesor tiene la posibilidad de ver en remoto y de manera individualizada el progreso de cada estudiante, viendo en el programa todo lo que ha hecho el alumno desde que empezó el ejercicio hasta que lo acabó, algo que de otra forma sería impensable. Además, la herramienta le da toda la información sobre los resultados de la práctica, y el profesor puede evaluar al alumno con todos los datos sobre la mesa, gracias a lo que han llamado Augmented Learning Manager Software. A esto se suma que, con este sistema, el profesor puede utilizar casos ya creados previamente por la empresa o incluir en el sistema sus propios contenidos teóricos y prácticos de la materia.

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Además, otra de las ventajas que tiene 'Soldamatic' es que permite acercar y abrir a las mujeres las puertas de un sector hasta ahora reservado a los hombres. Con todos estos avances, y sin dejar en ningún momento de mejorar el ‘Soldamatic’, la empresa trabaja ahora en otros proyectos. Uno de ellos es una aplicación basada también en la realidad aumentada que permita utilizar esta tecnología en teléfonos móviles y tablets y llevarlo al mismo puesto de trabajo, sin dejar de ser formación. Marquinez detalla en este punto que los trabajos de soldadura “se basan en un documento técnico de cierta complejidad, que hay que saber entenderlo e interpretarlo, la realidad aumentada ayudaría a entender el proceso”, de forma que la app le indicaría al alumno lo que tiene que hacer en su trabajo y además le mostraría cómo hacerlo. El segundo de los proyectos se centra en llevar esta tecnología a otras disciplinas de formación técnica o profesional diferentes a la soldadura, tanto en el sector industrial como en otros como la Medicina, donde “tiene muchas aplicaciones”.

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El ‘Soldamatic’ se desarrolla en su totalidad en las instalaciones de Seabery. La empresa cuenta con un equipo de desarrollo de software y hardware y su propia cadena de montaje, de forma que una vez que se han montado los equipos se llevan al área de instalación para que les instalen el software. Una vez instalada la última versión con contenidos propios que después puede utilizar el profesor, llegan las pruebas de testeo. El equipo pasa cinco días por diferentes pruebas y, una vez que está todo correcto, va a embalaje para mandarlo al lugar de compra. Además, lo bueno es que una vez que se adquiere el producto, el resto de actualizaciones son totalmente gratis para el cliente. Este producto se utiliza en centros de formación propios como la Academia de Volkswagen en Alemania, y se han abierto aulas o laboratorios 'Soldamatic' en distintos centros de formación de diferentes países, un ejemplo de ello es un centro de formación en Oberhausen (Alemania).