La España de los socialistas
Los intencionadamente mal llamados “barones regionales” del PSOE están cayendo una vez más en la trampa de la derecha sobre los peligros que se ciernen contra “la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de todos los españoles”, palabras textuales de Mariano Rajoy, y la necesidad de una gran coalición PP-PSOE en favor de los supremos intereses de la nación.
Pero, ¿son lo mismo la unidad de España y la igualdad entre todos los españoles para el PP y para el PSOE? Absolutamente no, ni ahora ni nunca.
Los socialistas siempre defendieron la unidad de España, pero como un Estado Federal, formado por naciones y nacionalidades autónomas, históricamente diversas en lo cultural, en lo lingüístico, en lo económico y en lo político.
Este camino se inició en la primera transición democrática y se plasmó en el título octavo de la actual Constitución Española, título por el que sólo ocho diputados de AP, anterior PP, votaron afirmativamente, cinco negativamente y tres se abstuvieron, además de que la extrema derecha, hoy votante del PP, pidió el “no” en el Referendum sobre nuestra “Carta Magna”.
No es baladí, por lo tanto, que el PP, a pesar de haber gobernado en minoría, apoyado siempre por los nacionalistas regionales de derechas, haya sido siempre, sin embargo, el máximo representante del rancio nacionalismo centralista español, amenazando con recursos judiciales y agrediendo políticamente a Cataluña, tanto desde la oposición como desde sus mayorías absolutas. A España sólo la están rompiendo Mariano Rajoy y Artur Mas.
¿A compartir con él su rancio nacionalismo centralista está llamando Rajoy al PSOE? ¿Cómo es posible que algunos dirigentes socialistas se dejen embaucar por sus cantos de sirena? La unidad de España que defiende el PP no es la misma unidad de España que defendió siempre y defiende también ahora el PSOE, como consta en su reciente programa electoral.
Por otra parte, ¿qué igualdad de los españoles pretende el PP preservar de sus enemigos al llamar para ello al PSOE? La igualdad de los españoles nunca la ha defendido ni la podrá defender en el futuro el PP, como lo ha demostrado en la última gestión gubernativa de la crisis económica, mediante un mayor empobrecimiento de las clases más desfavorecidas, los durísimos recortes de los servicios fundamentales del Estado del Bienestar y las políticas tendentes a las privatizaciones de la sanidad y la educación, entendidas siempre por la derecha como negocios altamente rentables.
Estas políticas sólo han conducido a aumentar escandalosamente la desigualdad entre los españoles, creciendo el número de pobres y la intensidad de su pobreza, al mismo tiempo que los ricos son bastante menos, pero mucho más ricos.
Ya es vergonzoso que el PP reclame la colaboración del PSOE para ratificar y continuar luchando por la unidad y por la igualdad que su ideología proclama, pero mucha mayor vergüenza sentirían los militantes, simpatizantes y votantes socialistas si los actuales dirigentes del PSOE prostituyeran sus principios ideológicos básicos y su centenaria historia de lucha, porque su verdadera igualdad es una mayor y más justa distribución de la riqueza entre los españoles y su verdadera unidad es el respeto a las diferencias entre todos los pueblos de España.
El objetivo del PSOE, porque es el mandato recibido por sus votantes en las últimas Elecciones Generales, debe estar en la búsqueda de los socios de la izquierda, cuyos programas electorales más se asemejen y defiendan estos mismos conceptos de igualdad de los españoles y de unidad de España.