jueves. 28.03.2024
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Opinión

Andalucía mandató una mayoría de izquierdas

Andalucía mandató una mayoría de izquierdas

Andalucía dijo con claridad en las últimas Elecciones Autonómicas del 22 de Marzo que quería un cambio político, pero dentro de la izquierda. Castigó duramente a la derecha representada por el PP, abriéndole suavemente la puerta a Ciudadanos, y a la izquierda representada por IU, casi sustituyéndolo por Podemos.

También castigó, aunque más levemente, a la izquierda representada por el PSOE, pero dejándola como fuerza mayoritaria con el mandato de gobernar con los ciudadanos y para los ciudadanos desde el diálogo permanente con el resto de la izquierda, porque la ciudadanía ha elegido una clara mayoría absoluta ideológica, aunque heterogénea, compuesta por 67 de los 109 diputados.

Los andaluces hemos ordenado al PSOE, a Podemos y a IU que nos gobiernen unidos desde la puesta en práctica en la gestión política diaria de los principios de libertad, igualdad y solidaridad.

La constitución del Parlamento de Andalucía ha dado hoy una respuesta adecuada a ese mandato electoral, consolidando en su Mesa la clara mayoría absoluta de la izquierda, liderada por el PSOE.

Si esta mayoría absoluta de la izquierda plural (PSOE, Podemos, IU) no se materializara mediante el diálogo abierto, sincero y permanente en un Gobierno de Andalucía efectivo, que, apartando los intereses partidistas, solucione con responsabilidad colectiva los problemas de los andaluces desde la igualdad y la solidaridad entre los ciudadanos y los territorios, potenciando y ampliando los servicios públicos y las políticas sociales, si estos grupos políticos se mostraran incapaces de gestionar este claro mandato electoral recibido, darían un histórico ejemplo de irresponsabilidad con consecuencias irreversibles para el futuro de la izquierda y del Estado del Bienestar.
El sistema democrático se basa en el “poder del pueblo”. El pueblo es que el que ordena y manda, contestando en las urnas. Cuando el pueblo ya ha dicho quienes quieren que gobiernen, es indignante preguntarle otra vez, porque sólo se hace la misma pregunta, oída ya la respuesta, cuando ésta no ha gustado a los elegidos o no ha sido entendida por ellos. Quienes no entiendan o a quienes no les guste la palabra del pueblo no caben en el sistema democrático.

En este sentido, últimamente, se habla mucho de la posibilidad de convocar nuevas Elecciones Autonómicas con la escusa de la inestabilidad política. Pues bien, cualquier grado de inestabilidad política, resultante de unas elecciones democráticas, también debe ser considerado como explícita voluntad popular que, como tal, debe ser respetada y, por lo tanto, gestionada.

Resumiendo, Andalucía ha ordenado al PSOE, a Podemos y a IU, mayoría absoluta de izquierdas, gobernar de una u otra forma. Andalucía puede y debe ser ejemplo para el resto de España del inicio de un nuevo tiempo histórico, en el que la izquierda, condenada desde siempre a entenderse, cumpla, por fin, esa condena, tan necesaria para la transformación real y permanente de la sociedad.

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