El 40% de los onubenses no ha visitado al oculista en el último año
Las disfunciones visuales son una de las causas más habituales de los problemas de rendimiento laboral, académico y de ocio.
Según el último Libro Blanco de la Visión en España, un 53,4 por ciento de los ciudadanos utiliza algún sistema de corrección visual. Estos datos ponen de manifiesto la existencia de una importante cantidad de problemas visuales sin diagnosticar, realidad que también se constata en esta publicación, que recoge que hasta un 40 por ciento de los españoles no ha acudido a revisiones oftalmológicas en el último año.
Esta cifra, a pesar de haber aumentado en los últimos años, se sitúa aún por debajo de la media europea, que alcanza el 60 por ciento, y a una distancia muy considerable del porcentaje de países como Reino Unido, donde hasta un 80 por ciento de los ciudadanos utiliza algún sistema de corrección visual.
Para el doctor Fernando Llovet, director médico de Clínica Baviera, “se trata de un dato sorprendente si tenemos en cuenta que el hasta 95 por ciento de los ciudadanos identifica la vista como el sentido más importante”. El doctor Llovet explica que “resulta fundamental tomar conciencia de la importancia de acudir a revisiones oftalmológicas frecuentes, tanto en el caso de tener diagnosticado un problema visual como si no es así, ya que las disfunciones visuales son una de las causas más habituales de los problemas de rendimiento laboral, académico y en las actividades vinculadas con el ocio”.
Distintos estudios han puesto de manifiesto que hasta un 30 por ciento de los casos de fracaso escolar en España tiene su origen en problemas visuales. Una cifra excesivamente alta, si tenemos en cuenta que la mayoría de los defectos oculares que afectan al rendimiento de los escolares, pueden diagnosticarse de manera sencilla en revisiones rutinarias.
La miopía es el problema visual más común en las personas de entre 20 y 45 años, habiéndose registrado, en los últimos años un considerable aumento de su incidencia en los países desarrollados. Este hecho responde a que los trabajos y actividades de ocio cada vez requieren un mayor esfuerzo en la visión cercana y se desarrollan mayoritariamente en espacios cerrados, lo que provoca que el ojo pierda capacidad para ver de lejos.
Por su parte, la presbicia o vista casada afecta a un 65 por ciento de la población mayor de 45 años, una cifra que aumenta al 95 por ciento cuando se superan los 55 años. A pesar de estos datos, sólo el 12 por ciento de las personas que padecen vista cansada saben que este problema tiene una solución quirúrgica segura y eficaz.
